Depuración deficiente

La Federación Ecologista Pacifista Gaditana (FEPG-CEPA) informó ayer de la existencia de "claros indicios" de que durante el proceso de depuración de las aguas trasvasadas desde Entremuros al Guadalquivir "se han vertido grandes cantidades de partículas con elevados niveles de metales pesados, incumpliendo las recomendaciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)". Los ecologistas extraen esta conclusión del resultado de un análisis encargado por este colectivo al Servicio Científico-Técnico de la Universidad de Barcelona, que ha determinado "en casi todos los casos", que existen valores de metales pesados significativamente más altos "que los que registrados en los informes de la Consejería de Medio Ambiente". Los valores reflejados por la Universidad de Barcelona, en muestras recogidas en el Brazo de la Torre y en el desagüe de la depuradora de Entremuros, superan en más de diez veces a los de la Consejería. En concreto, los portavoces de la CEPA aseguraron en conferencia de prensa que el 26 de agosto pasado la depuradora de Entremuros vertió aguas con un nivel de plomo superior al establecido por la ley. Esas aguas arrastraron también cinc y manganeso. Así, los ecologistas consideran que la depuradora "ha tenido un funcionamiento deficiente" en determinados días, posiblemente por haber estado "efectuando saltos en el proceso de depuración con el fin de alcanzar el enorme volumen de agua que debía depurar cada día". Los ecologistas consideran que la Consejería realiza sus análisis sobre agua previamente filtrada aunque no descartan que la oscilación de las mareas influya también en el resultado de los análisis. La CEPA esgrimió este informe para exigir a la la Consejería dé a conocer los todos sus análisis.