Rushdie da su primer paseo por Londres, aunque protegido por guardaespaldas

"Es una sensación extraordinaria", reconoció ayer sonriente el escritor Salman Rushdie tras dar su primer paseo al sol y a cara descubierta por las calles de Londres después de que el presidente iraní, Mohamed Jatamí, anunciase en Nueva York que la persecución contra él había terminado. Rodeado de guardaespaldas y seguido por las cámaras de televisión, el autor de los Versos satánicos aseguró después al telediario del mediodía de la BBC que no piensa pedir disculpas por su obra. "Hemos luchado por la libertad de expresión durante 10 años. Ahora no puedo, ni debo, retirar nada", dijo. Robin Cook, ministro británico de Asuntos Exteriores, trató, por su parte, de serenar los ánimos con una buena dosis de realismo: "La amenaza no se ha disipado aún y habrá que estar al quite", dijo.Rushdie lo sabe y por eso reconoció que volverá a la vida pública poco a poco. "El 99% de los musulmanes del Reino Unido estarán hoy tan contentos como yo. Las únicas amenazas provenían del Gobierno de Teherán y de sus agentes", subrayó el autor. Minutos después, varias asociaciones islámicas británicas le pidieron una disculpa y que destruyera el volumen para cerrar el contencioso. "Mi vida -y la de mi familia- ha sido perturbada y deformada en lo más íntimo durante largo tiempo. Yo no pido que nadie se excuse, pero tampoco puedo hacerlo yo. Sería un error y una paradoja".

Sus palabras coincidieron con el 18º aniversario de la guerra entre Irán e Irak, conmemorado por Irán con un gran despliegue militar en el que fue mostrado por primera vez el misil Shahab-3, del que Estados Unidos dijo en julio pasado, cuando se supo de su existencia, que constituía un elemento de desestabilización en Oriente Próximo. El Shahab-3 tiene capacidad de alcanzar Israel y partes de Rusia y de Turquía. En Londres, el Ministerio de Exteriores aseguró que las relaciones diplomáticas ahora recuperadas "abren nuevas vías de cooperación".