India se suma a Pakistán y ofrece firmar la prohibición total de pruebas nucleares
El primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, comunicó ayer a la Asamblea General de Naciones Unidas que está dispuesto a suscribir el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares antes de un año, lo mismo que anunció el día anterior con respecto a Pakistán su primer ministro, Nawaz Sharif. Pero en Washington, fuentes oficiales, aun aplaudiendo la buena disposición de ambos Gobiernos, manifestaron que hay mucho camino por recorrer antes de que sean levantadas las sanciones económicas y financieras impuestas a los dos países en represalia por su batería de pruebas nucleares de mayo, cinco indias y seis paquistaníes.Las declaraciones de Sharif y Vajpayee se producen en momentos de aparente deshielo entre los dos países. India y Pakistán -que además de retarse nuclearmente, han librado tres guerras, se siguen desafiando militarmente en Cachemira y mantienen desde su indepencia en 1947 una profunda animadversión y desconfianza mutua- han decidido reanudar viejas y suspendidas negociaciones de paz sobre numerosos asuntos. La decisión se produjo el miércoles después del anuncio de Sharif en la ONU sobre política nuclear y durante una reunión con Vajpayee, quien salió exultante de la entrevista y proclamó la apertura de "un nuevo capítulo" en las traumáticas relaciones bilaterales.
El acercamiento entre los dos primeros ministros fue acogido con cautela en sus respectivos países. "Es lo mejor que se puede hacer, pero no espero que sirva para mucho", comentó un antiguo alto responsable de Exteriores en Nueva Delhi. "Este es un proceso que se mueve a trancas y barrancas", señaló un analista en Islamabad, donde se hacía notar ayer que ya en el pasado ha habido anuncios sobre nuevas eras de entendimiento que han acabado en nuevos desacuerdos e incrementos de la animosidad.
Sharif y Vajpayee acordaron establecer una línea de comunicación para emergencias entre ellos; abrir nuevos vínculos por carreteras, tren y autobús; alentar los intercambios económicos entre los dos países; rebajar la propaganda bélica sobre Cachemira, y discutir salidas a este conflicto que sangra desde 1947 y se libra a lo largo de más de 700 kilómetros de frontera común. Desde las pruebas nucleares de mayo ha habido intercambios artilleros que han costado más de cien vidas.
Los secesionistas propaquistaníes de Cachemira han adelantado que mientras ellos no participen en las negociaciones, las discusiones entre Islamabad y Nueva Delhi serán inútiles.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.