Las apariencias engañan
Famoso dramaturgo, apreciado novelista y buen ensayista, el polifacético David Mamet también es un excelente guionista. Además, desde finales de la década de los ochenta, también ha dirigido cinco guiones suyos para convertirse en uno de los más personales realizadores del actual cine norteamericano. Diez años después de Casa de juego (1987), una excelente historia sobre el funcionamiento de un grupo de timadores, que parece más el trabajo de un director consagrado que la obra de un debutante, David Mamet vuelve a un terreno muy similar con La trama (1997), que una vez más está realizada para demostrar la veracidad del popular dicho "las apariencias engañan".Al igual que ocurre en Casa de juego, en La trama nada es lo que parece; dentro de una bien construida historia, gracias a un guión en extremo riguroso, cada elemento tiene dos caras, la que se ve a primera vista y la que oculta detrás. Lo que da lugar a una narración de una precisión implacable, que avanza con la perfección de un reloj suizo, para cuestionar en cada momento lo que ha ocurrido en el anterior.
La trama
Director y guionista: David Mamet. Fotografía: Gabriel Beristain. Música: Carter Burwell. Estados Unidos, 1997. Intérpretes: Ben Gazzara, Felicity Huffman, Steve Martin, Rebeca Pidgeon, Campbell Scott. Estreno en Madrid: Palacio de la Prensa, Fuencarral, Madrid, Vergara, Cristal, Odeón, Ideal y Princesa (V.O.S.)
Falsos culpables
Además, el conjunto se apoya en varios elementos de las siempre atractivas historias de falsos culpables. El joven matemático que inventa una compleja fórmula económica que puede hacer ganar millones a su empresa, pero se la roban ante sus ojos de la manera más sofisticada y acaba por ser tratado como si fuese el propio ladrón, se mueve dentro de estas peculiares coordenadas.A pesar de ser La trama -vulgar título que sustituye al mucho más atractivo original The spanish prisoner, nombre con el que se designa a la particular situación de una persona en relación con otra no muy recomendable- un policiaco con todas sus características, hay robos, asesinatos, persecuciones, David Mamet sabe huir de las normas que hacen que las películas de este género se parezcan en exceso para darle un desarrollo muy personal.
Mamet ha construido una película donde cada elemento sólo puede mostrarse de una manera determinada para hacer posible su doble apariencia, algo que contrasta mucho con las producciones actuales, donde las cosas son de una manera, pero lo mismo podrían ser de otra muy diferente.
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