Espíritu

DE PASADAUna materia espiritual y densa, como almíbar o cera, ha sustituido en Granada a las altas temperaturas del verano. Fue todo uno: medió septiembre y el aire se llenó de sugerencias piadosas: aromas de flor de otoño, de cirio encendido, de pie descalzo y de ropa talar; sonidos de campana y de plegaria. "¿A qué año de nuestra vida nos ha destinado este otoño?", podría preguntarse con asombro el viajero que, ignorante de las costumbres locales, contemplara la diligencia de los creyentes en abrumar a sus santos con rezos, pétalos y admoniciones contra el aborto, y la complicidad de autoridades, bomberos, portadores de palios y pilotos de helicóptero en abrillantar las ceremonias. Pero así está escrito: ofrenda floral a la patrona, visita al cristo de san Agustín, honores de los gremios en la basílica... Hasta la prisión, cuyo director, Eduardo Rodríguez Caracuel, también asistió a la vigilia contra el aborto, ultima los honores a la virgen que le compete, la de la Merced. Aún estábamos degustando unos el emocionante recital de Carlos Cano en el Generalife (su disco Diván del Tamarit, a pesar de las escasas concesiones que permite al oyente, o quizá por eso, va a quedar como el trabajo más coherente y duradero del Año Lorca), otros la música de Gran Jefe, el grupo que ha inaugurado la firma discográfica de Miguel Ríos ("Hay un tipo ahí, viviendo en el armario", dicen en una canción afortunada) cuando nos cayó encima la espesa ola de liturgias y nos arruinó las resonancias líricas y nos dejó mohínos o asombrados: hombres o mujeres de otro tiempo. No hay que desesperar. Este concreto aire de sacristía que soporta Granada, tan poderoso como el efecto invernadero, se disipará el algún momento, quizá cuando arrecie la lluvia o regrese el frío. Ya hay expectativas: un frente inmenso de sensaciones caerá sobre la ciudad y barrerá las volutas de los cirios. Mariano Sánchez Pantoja ya ha adelantado la programación del teatro Alhambra (regresará Juan Echanove ¡en noviembre! con su monólogo exquisito Cómo canta una ciudad de noviembre a noviembre) y Nuria Espert y la Fura dels Baus invadirán el Isabel la Católica y las orquestas el auditorio Manuel de Falla. Esta noche, si no llueve, Josep Pons, armonizará música y piroctecnia: un respiro. ALEJANDRO V. GARCÍA