La moda masculina recupera el chic

Las últimas tendencias en moda dan al hombre la oportunidad de mirarse un poco más en el espejo. Las imágenes que los creadores ponen en pasarela van desde la más absoluta simplicidad, polo de hilo claro sobre pantalón de lino semitransparente, hasta la sofisticación del traje ajustado con destellos metálicos y solapas estrechas. En este ambiente finisecular, Armand Basi confirmó, en su desfile primavera-verano 1999, el auge de una vanguardia cada vez más rigurosa. David Valls, más estricto, reivindicó el punto como material alternativo.

En las entrañas de un barco de pasajeros de la línea Barcelona-Baleares tuvo lugar el desfile de Armand Basi, quien lució sus propuestas para el hombre y la mujer inspirado en la estética que Fellini definió en los años cincuenta con películas como Amarcord o La dolce vita. Los vestidos largos, en punto, seda satinada o terciopelo devorado, destacaron entre las propuestas femeninas encabezadas en esta pasarela por las modelos Eugenia Silva y Judith Mascó. Pero tampoco faltaron las faldas, rectas, ligeramente évasés o tableadas, pero hasta la rodilla, ni las blusas cortas y ajustadas a juego con pantalones pirata.Basi confía poder dar al vestuario masculino un aire chic, tomando los colores claros y el punto a modo de eje prioritario. Su propuesta está encabezada por elegantísimos conjuntos sastre confeccionados en lana fresca, lino y viscosa. Sus chaquetas son ligeramente desestructuradas, algunas con pespuntes visibles, para llevar con camisas estampadas y pantalones fruncidos en la cintura. El azul claro es el color de una colección que su creador ha llamado fellinea, en homenaje al director cinematográfico italiano de quien ha sacado multitud de referencias.

Hilar fino

David Valls hila cada vez más fino. Su punto de partida siguen siendo los materiales tricotados con los que construye prendas innombrables. La línea femenina, que sitúa entre la alta costura y la camiseta del siglo XXI, está determinada por el efecto que deja la lycra, algodones o crepes. En su pase de ayer, a pesar de estar amenazado por un cielo de plomo, se desarrolló con normalidad en los jardines Tamarita de la plaza Kennedy. Los modelos desfilaron demasiado despacio, haciendo honor a la languidez de las formas y a la rotunda ausencia del color.Sólo blanco sobre crudos y grises sobre negros, incluidos los tonos piedra y las distintas gamas del gris combinadas en superposiciones hasta llegar al negro. Las transparencias siguen su camino matizadas, en este caso, con distintas capas de punto con apariencia de tul. Las propuestas que Valls hace al hombre son cada vez más escuetas: polos sobre pantalones, materiales nobles, fáciles de llevar y nunca exentos de belleza.