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La Escuela de Tauromaquia, multada con 400.000 pesetas por cortar orejas y rabos a toros aún vivos

La Escuela de Tauromaquia de Madrid, la cantera en la que se han forjado varias generaciones de toreros de la región, acaba de incorporarse a la lista negra de instituciones sancionadas por malos tratos a los animales. Los inspectores de la dirección general de Protección Ciudadana han considerado probado que en la plaza de esta entidad, en la Casa de Campo, se cortaron en el verano de 1997 varias orejas y un rabo a reses que aún estaban vivas. La multa asciende a 400.000 pesetas: 300.000 para el director artístico, Gregorio Lozano, y 100.000 al puntillero.

Las sanciones son firmes y a los afectados sólo les queda una posibilidad de defensa: presentar un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.La promotora de esta denuncia contra la Escuela de Tauromaquia Marcial Lalanda ha sido la denominada Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales. Un integrante de este colectivo, Gustavo Saleh, acudió al coso de la Casa de Campo los días 30 de agosto y 4 de septiembre de 1997 con motivo de las semifinales y la final de los alumnos de la escuela. Allí comprobó cómo, tras la estocada final, el puntillero de la plaza rebanaba los trofeos -orejas y rabo- a los astados sin preocuparse de que la res hubiera acabado de expirar. El animal "respondía con espeluznantes sacudidas y berridos de dolor", en descripción de este testigo.

Las visitas de Saleh a la Casa de Campo se tradujeron en docenas de fotografías y un vídeo de cinco horas de duración en el que se apreciaban con toda nitidez estos episodios. El material se presentó ante Protección Ciudadana, el organismo del que depende la seguridad en los eventos taurinos de la región. Casi seis meses después de formulada la denuncia, esta dirección general comunicó ayer su resolución: los hechos se consideran probados, son graves y merecen una sanción global de 400.000 pesetas.

Matador retirado

Las tres cuartas partes del castigo recaen en la persona del director artístico de la Escuela, el matador de toros retirado Gregorio Lozano (Gregorio Sánchez en los carteles). Las otras 100.000 pesetas de multa corresponden al autor material de los hechos, el puntillero Iluminado Menes, por no clavar su puñal en la testuz de los morlacos antes de cortarle los trofeos. Este periódico no logró contactar ayer con los sancionados.Ayer mismo, nada más confirmarse el contenido de la multa, el presidente de la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales, Alfonso Chillerón se puso a trabajar. Chillerón remitió una carta al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, exigiéndole la "inmediata dimisión" del director de la Escuela de Tauromaquia, Felipe Díaz Murillo, y del resto de miembros directivos de la entidad. Álvarez del Manzano es, en su calidad de regidor, el presidente de honor permanente de esta escuela taurina.

Un portavoz de Protección Ciudadana confirmó que la institución ahora castigada depende de un patronato que integran la propia Comunidad, el Ayuntamiento y la empresa que en cada momento regente la Plaza de las Ventas (en estos momentos los hermanos Lozano, que no tienen ningún parentesco con el director artístico). Lo sucedido supone un borrón en la imagen de una entidad en la que se bregaron figuras tan en auge como Joselito, Cristina Sánchez o El Juli.

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Sin embargo, el mal trago para la Escuela de Tauromaquia puede no haber finalizado todavía. En el registro de Protección Ciudadana consta otro expediente en su contra, también promovido por la citada asociación en defensa de los animales, esta vez por un conjunto de supuestas irregularidades en el desarrollo de las lidias. La denuncia expone, en concreto, que una misma vaquilla es toreada "por cinco o seis alumnos, uno detrás de otro, hasta su extenuación" y que pasa por la suerte de varas "pese a que ésta sólo puede realizarse de las novilladas con picador en adelante, como el propio nombre indica".

Otra presunta anomalía es la colocación simultánea de dos pares de banderillas (como se ve en la imagen superior). Los denunciantes remachan el expediente con un certificado, emitido por el Ministerio del Interior, según el cual la Escuela de Tauromaquia no se registró hasta el 20 de abril de 1998. Para entonces ya llevaba dos décadas de historia a sus espaldas.

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