La CSU logra la mayoría absoluta en las elecciones regionales bávaras

La Unión Social Cristiana (CSU), el partido hermano de los cristianodemócratas del canciller federal, Helmut Kohl, consiguió ayer su objetivo de mantener la mayoría absoluta con la que gobierna el Estado federado alemán desde hace más de 30 años, mientras que el SPD, aspirante a destronar el día 27 a Kohl, no logró su meta de mejorar la posición de 1994 en las regionales que se celebraron ayer en el land de Baviera, con una participación del 71,1% del electorado, frente al 67,8% en los comicios regionales precedentes.

En la práctica, las prospecciones de voto difundidas anoche, que pueden variar algunas décimas en uno u otro sentido, no alteraban sustancialmente la correlación de fuerzas surgida de las elecciones de 1994 y, a la vista de las peculiaridades de Baviera, no son extrapolables al resto del país, aunque suponen una inyección de energía para la CDU (Unión Cristiano Demócrata). Según los resultados oficiales provisionales difundidos anoche, la CDU obtuvo un 52,9% de los votos (en 1994 logró un 52,8%); el SPD, un 28,7 % (en 1994, un 30%); Los Verdes, un 5,7% (en 1994, un 6,1%); los liberales lograron un 1,7% (en 1994, un 2,8%), y la extrema derecha, representada por los Republicanos, logró un 3,7% (dos décimas menos).Con el éxito de una estrategia que se distanció al máximo de la política federal y de la figura de Helmut Kohl, el jefe del Gobierno bávaro, Edmund Stoiber, espera ahora dar un nuevo impulso al partido hermano, la CDU, y al canciller federal en las elecciones generales del 27 de septiembre. "A partir de hoy hay un claro cambio de estado de ánimo a favor de la Unión", dijo ayer Stoiber, quien manifestó que el canciller le había felicitado por teléfono. Por su parte, Kohl manifestó que la CDU tiene "grandes posibilidades" de ganar el día 27 en las generales tras el voto de ayer.

Para Stoiber, que ahora se dispone a participar activamente en la campaña de Kohl en el resto de Alemania, el resultado tiene un valor especial, a la vista del enorme esfuerzo del SPD, que lanzó a sus pesos pesados al ruedo bávaro, incluido el torero estrella, el candidato a la cancillería, Gerhard Schröder. En opinión de Michael Glos, el portavoz de la CSU en el Parlamento en Bonn, Schröder se ha dado un "porrazo" en la nariz en Baviera.

La cabeza de lista del SPD, Renate Schmidt, reconoció que la estrategia socialdemócrata no había tenido el éxito esperado en identificar la política de Stoiber con la política de Kohl, pero subrayó que un 25% del electorado local vota de forma diferente en las elecciones federales que en las regionales. Schmidt dijo también que el SPD no había tenido a su disposición los medios financieros y organizativos que las posiciones oficiales de la CSU dan a este partido. El secretario general del SPD, Franz Müntefering, dijo que el resultado es el peor de la CSU en 30 años.

Aunque Los Verdes han perdido puntos, su portavoz, Gunda Röstel, destacó que este partido se mantiene como tercera fuerza. Para los liberales, la situación es preocupante, ya que está en juego su permanencia en el Bundestag (Parlamento federal), y el ministro de Hacienda y presidente de la CSU, Theo Waigel, confirmó ayer que en su campaña federal la CDU/ CSU no tiene votos que regalar, y advirtió a los liberales, que forma actualmente parte de la coalición gubernamental, que deberán preocuparse ellos mismos de atraer a sus electores.