Casos viejos
En noviembre de 1996, una promotora de viviendas, CAISA, sin haber solicitado licencia para construir en la zona, montó una caseta piloto en el nuevo barrio de Carabanchel, donde se construirán 11.350 casas. Pedía cantidades a cuenta por futuros pisos de 11 millones para los que, incluso, había hecho publicidad en los periódicos. El concejal socialista José María de la Riva denunció el caso y Gerencia de Urbanismo cerró el negocio en el que atendían al público.En Sanchinarro (13.568 viviendas) también surgieron problemas: los gestores protestaron a la Gerencia de Urbanismo por la publicidad reiterativa que algunos promotores hacían de casas que aún no contaban con todos los permisos legales pertinentes.
También en Sanchinarro actuaba, a finales del año pasado, una promotora que pedía dos millones de pesetas a cuenta por unos pisos que se empezarían a construir en el 2.000.
En Montecarmelo, en diciembre de 1997, otra promotora que anunciaba pisos explicaba luego que no vendía las casas propiamente, sino que se disponía "a formar una coopoerativa con la intención de construir ahí" aunque aún no tenían los permisos necesarios.
El concejal socialista José María de la Riva consideró ayer que el Gobierno municipal "se ha visto arrollado por los acontecimientos". "Hace mucho tiempo que el PP está en falta; lo ha permitido y alentado, y ahora quiere apuntarse un tanto", añadió.
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