Londres se desmarca de las sanciones aéreas contra Belgrado
, El Reino Unido se ha desmarcado de una sanción impuesta por la Unión Europea a Serbia. Ha decidido aplazar un año la entrada en vigor en su territorio del reglamento comunitario que prohíbe los vuelos de la compañía serbia JAT a Europa. Este aplazamiento provocó ayer las críticas de la Comisión, para la que Londres incumple la "voluntad política expresada unánimemente por los Quince", incluido el Gobierno de Tony Blair.
La sanción de los Quince contra el Gobierno de Belgrado rige desde el pasado martes, después de que Grecia aparcara sus reticencias. Políticamente, Bruselas parece tener mucha razón, porque esta defección constituye un mal signo hacia el régimen de Slobodan Milosevic. Pero jurídicamente, Londres dispone de argumentos.
El convenio bilateral británico-serbio prevé que la cooperación aérea no puede suspenderse de un día para otro, sino que debe denunciarse con un año de antelación. En caso contrario, Belgrado puede recurrir a un arbitraje internacional, que ganaría. "No podemos ignorar que la Comunidad Europea se basa en el derecho", alegó un portavoz británico. Y el propio artículo 234 del Tratado de la Unión respeta los acuerdos celebrados antes de su entrada en vigor.
Claro que Alemania, España, Austria, Bélgica y Holanda están en la misma situación (la JAT no vuela a Francia) y han preferido arrostrar un incumplimiento bilateral que evitar la sanción a Milosevic. España decidió su postura anoche, cuando el ministro de Exteriores, Abel Matutes, optó por el enfoque político por encima de otras consideraciones jurídicas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.