Solzhenitsin describe los años del destierro en la nueva entrega de sus memorias

Alexandr Solzhenitsin, el premio Nobel de Literatura de 1970, que de vuelta a Rusia se ha convertido en un profeta incomprendido por la misma intelectualidad que en época soviética lo idolatraba, ha comenzado a publicar sus nuevas memorias en la legendaria revista mensual Novi Mir, la misma en la que apareció Un día en la vida de Iván Denísovich hace casi 35 años. Cayó el granito entre dos piedras molares es la continuación de sus memorias, publicadas en 1975 bajo el título de Arremetía el becerro contra el roble, y abarca los años del destierro del autor.

Las memorias Arremetía el becerro contra el roble tratan de las peripecias de la lucha que durante largos años mantuvo Solzhenitsin contra el régimen comunista de la Unión Soviética y terminan con el episodio de la detención del escritor en 1974, la celda en la cárcel Butirka, de Moscú, y la espera del juicio y del posible retorno a los campos de prisión soviéticos. Pero inesperadamente los centinelas le llevan al aeropuerto, lo acompañan hasta un avión y pocas horas después ya está en Alemania, en la casa campestre de Heinrich Böll. Precisamente en este punto, rodeado por decenas de periodistas en la casa de Böll en las afueras de Colonia, retoma sus recuerdos y pronuncia la famosa frase que tanto estupor causó entonces: "Ya he hablado bastante en la Unión Soviética; ahora callaré por un tiempo".El primer capítulo de Cayó el granito entre dos piedras molares, que se publica en el número de septiembre de Novi Mir, es sólo el comienzo de un largo texto, que irá apareciendo en los meses que quedan del año y durante gran parte del próximo. El estilo de estas memorias es más clásico que el de las publicadas en 1975, donde, aunque había muchas cosas autobiográficas, predominaba lo que podríamos llamar el estilo panfletario: no en vano el mismo Solzhenitsin las calificó de "reportaje desde el campo de batalla".

La primera parte del nuevo texto autobiográfico de Solzhenitsin trata de cómo llegó su familia a Occidente, de cómo se logró salvar su archivo de las garras del tenebroso KGB, el Comité Estatal de Seguridad soviético, de la ceremonia atrasada de la concesión del Premio Nobel, de cómo se creó la Fundación de Ayuda a los Presos Políticos, de su vida en Zúrich, de por qué cambió sus planes de establecerse en Noruega y de las causas que motivaron su emigración a Estados Unidos.

El texto no está exento de polémica: sus opiniones sobre la prensa occidental y las causas de que se fueran echando a perder sus relaciones con ella, sobre la democracia y la libertad, sobre el comunismo y otros temas que preocupan al autor del Archipiélago Gulag. Estas opiniones no son nuevas ahora, ya que Solzhenitsin se ha pronunciado sobre muchos de estos problemas después de su regreso a Rusia, pero el texto que hoy se publica fue terminado hace ya 20 años.

Estos Ensayos del destierro, comenzados cuatro años después de haber sido expulsado de Rusia, constan de cuatro partes, en total catorce capítulos, según explicó Natalia Dmítrievna Solzhenítsina, la esposa del escritor. La primera fue escrita en 1978, la segunda en 1982, la tercera en 1987 y la cuarta en 1994. Arremetía el becerro contra el roble también fue escrita en cuatro etapas, comenta Natalia Dmítrievna, quien especifica que este año aparecerán en Novi Mir los cinco capítulos que tiene la primera parte. El año próximo continuarán apareciendo las otras partes de las memorias, salvo que se publiquen en libro, ya que entonces pueden decidir interrumpir su entrega en la revista.

Contrastar versiones

Natalia Dmítrieva explica que estas memorias no habían podido aparecer antes porque hay muchas cosas que necesitaban ser verificadas y algunos pasajes había que enviárselos a las personas sobre las que allí se habla, trabajo que ella ha estado haciendo poco a poco, ya que Solzhenitisn considera las memorias como "literatura secundaria".Nacido en Kislovodsk, en la región del Cáucaso, en 1918, en el seno de una familia de intelectuales, Solzhenitsin es autor de obras como Archipiélago Gulag, Un día en la vida de Ivan Denísovich, Pabellón de cancerosos y Lenin en Zúrich, entre otras. Fue expulsado en 1974 de la entonces Unión Soviética y vivió exiliado en varias ciudades de Suiza. En 1990, el presidente Míjail Gorbachov le devolvió la ciudadanía soviética y el escritor regresó a Moscú en 1994