La bienvenida de Isla Cristina

Alrededor de 4.000 vecinos de la localidad onubense de Isla Cristina abarrotaron anoche la plaza del Ayuntamiento para dar la bienvenida al pueblo a Antonio Lozano y Domingo López, los marineros del Brizz III que han permanecido retenidos en Gambia durante más de tres meses por pesca ilegal. También estaba presente el armador, David Fernández, que acompañó a los pescadores durante todo ese tiempo. "No hemos hecho nada" y "gracias por vuestra lucha" fueron algunas de las frases que dirigieron los pescadores a la masa de gente que les aclamaba en la calle, antes de que los tres juntos descolgaran de la fachada consistorial el lazo azul estampado en la bandera del municipio, que ha permanecido colgada mientras ha durado su ausencia. Los marineros, 24 horas después de pisar tierras andaluzas, con otra cara, sin tensión y sonrientes, y mucho más relajados, agradecieron a sus vecinos el apoyo prestado por estos durante su rocambolesca peripecia: "Me siento orgulloso de ser isleño y de estar entre vosotros", gritó López. Lozano, López y Fernández, con lágrimas en los ojos y minutos antes de dirigirse a su pueblo, fueron recibidos por el alcalde de Isla Cristina, Francisco Zamudio, y el resto de la corporación en un acto de homenaje. Tras las palabras del alcalde todos, junto a esposas y familiares, brindaron con champán. Esfuerzo del Ayuntamiento El primer edil trasmitió a los pescadores la felicidad del pueblo y el esfuerzo realizado por el Consistorio para conseguir sus liberaciones. A los marineros no se les va a olvidar fácilmente el trato que recibieron del Gobierno militar gambiano: "Cuando nos detuvieron fuimos agredidos durante seis horas en diferentes partes del cuerpo para que firmáramos nuestra culpabilidad", explicó Antonio Lozano, patrón del Brizz III. Ambos recuerdan también el permanente soborno al que estaban expuestos a diario. "Era una presión psicológica tremenda porque a ellos no les importaba nada. Su jefe es un mafioso y son unos piratas", declaró Domingo López, jefe de máquinas, en alusión a la actitud de la Marina gambiana. Ambos estiman, al igual que el armador David Fernández, que su historia en Gambia "se pudo haber resuelto mucho antes" con la misma llamada del ministro Abel Matutes al presidente gambiano. "Quiero saber si mi Gobierno cree que somos inocentes, porque para mí han hecho poco. Le reprocho el sufrimiento de mi familia", dijo Domingo López. Ayer fue un día de descanso para Antonio Lozano y Domingo López. Ambos se levantaron tarde y permanecieron en casa, junto a sus familiares y esposas, Nani Flores y Cinta Requena, respectivamente, durante toda la jornada hasta la hora prevista para la recepción oficial.