Sorita escenifica hoy la lucha entre el demonio y el ángel en La Balma

El atractivo paraje de La Balma, en la localidad de Sorita del Maestrat, volverá a ser esta mañana punto de encuentro de centenares de personas para vivir los actos que conmemoran la aparición de la Mare de Déu de La Balma a un pastor, en 1332, en la gruta de piedra del ermitorio. La escenificación del auto sacramental (10.30) en el que se enfrentan el demonio y el ángel es el acto de mayor brillantez. El diablo, según cuenta la leyenda, impedía el paso de la solemne procesión que recorren los vecinos desde el pueblo hasta las montañas del santuario. Cada año, a los pies de la histórica Cruz Cubierta de La Balma, se renueva esta lucha entre el bien y el mal en una escenificación cuyos personajes conservan fielmente la belleza de los diálogos, los movimientos y las indumentarias, sobre todo en el caso del demonio. Al final del enfrentamiento, la fe acaba con las tentaciones y malas intenciones del diablo y la angelical figura del bien triunfa, espada en alto, manteniendo viva esta tradición medieval de Sorita. La celebración de la fiesta de La Balma siempre ha contado con gran participación de fieles castellonenses, valencianos, catalanes y aragoneses ya que esta Virgen y el Santuario constituyen un ancestral y destacado lugar de romerías y peregrinaciones. Este emblemático ermitorio ha sido, desde sus orígenes en el siglo XIV, un importante centro de fe y devoción, atribuyendo a la Mare de Déu de La Balma diversos milagros y poderes curativos. Estas circunstancias y las características orográficas del Santuario y de la Hospedería, excavados en un macizo rocoso que recae sobre un valle , han convertido La Balma en un sitio enigmático y lleno de misterio. De hecho, este ermitorio ha sido tradicionalmente uno de los centros de exorcismo más importantes del Mediterráneo. Los vecinos de Sorita más mayores todavía recuerdan prácticas demoníacas dirigidas por un grupo de aragonesas, llamadas las endemoniadas de Caspe.