El Gobierno regional compra 710 hectáreas de suelo en tres municipios para levantar 10.000 casas

Áreas de Promoción Empresarial (Arpegio), la empresa pública que más hectáreas de suelo y miles de millones de pesetas maneja en la región, se ha puesto a trabajar en el ingente plan de expansión territorial concebido por el director general de Urbanismo, Pedro Ortiz. La Comunidad pretende colaborar activamente en la construcción de unas 25.000 viviendas anuales a partir de ahora y hasta, por lo menos, el horizonte del año 2017. De momento, Arpegio ha comprado ya 710 hectáreas de suelo a propietarios privados para levantar 10.000 pisos en Alcalá, Torrejón y Arroyomolinos.

Se trata de la primera operación urbanística destinada a la construcción de viviendas genuinamente popular. Hasta ahora, el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, se había limitado a gestionar los númerosos ensanches residenciales que le dejó proyectados el anterior gobierno socialista (Fuenlabrada, Alcorcón, Getafe, Leganés, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes). Mientras los socialistas usaban el instrumento de la expropiación para promover nuevas urbanizaciones, los populares prefieren actuar como cualquier otro promotor inmobiliario privado. Compran el suelo a sus propietarios y, así, evitan recursos ante los tribunales y retrasos en la ejecución de los planes. Usaron este modelo para comprar una finca de 500 hectáreas en San Martín de la Vega con el objetivo de abrir un parque temático, y siguieron por el nuevo Vallecas, donde el Ivima ha comprado suelo al mismo precio que el resto de los operadores privados. Esta concepción urbanística despega con cifras mareantes: los primeros 10.100 pisos de esta expansión más allá de la M-50 se edificarán en Arroyomolinos (3.500 viviendas) y en un paraje a caballo entre Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz, con otras 6.500 casas.El ejemplo de Arroyomolinos es particularmente espectacular. Este municipio de 2.710 habitantes, situado a 22 kilómetros de la capital y casi equidistante de Móstoles y Fuenlabrada, va camino de quintuplicar su población en cuestión de seis o siete años si se hacen realidad los planes del Gobierno regional. En la memoria de Arpegio correspondiente a 1997, que acaba de elevarse al Tribunal de Cuentas, se recoge la adquisición en este término municipal -mediante un contrato privado rubricado el pasado 21 de noviembre- de una inmensa finca de 412 hectáreas. Esta empresa pública, adscrita a la dirección general de Suelo, piensa destinar 120 hectáreas (la superficie aproximada del parque del Retiro) a fines residenciales, mientras que 112 hectáreas quedarían como suelo común y las 180 restantes se incluirían en el Parque del Guadarrama.

El alcalde de Arroyomolinos, Víctor Gómez Pozas, del PSOE, ha seguido de cerca estos planes de expansión y se muestra plenamente conforme, según los dirigentes regionales.

El consejero delegado de Arpegio, Francisco Labayen, no cree que esta promoción sea disparatada, pese a todos esos grandes números que se barajan. "Se trata de poner suelo en el mercado, y ésa es una zona muy apta para el desarrollo residencial gracias a sus magníficas comunicaciones: a un paso de la carretera de Extremadura y de la M-50", apunta. Por eso, está convencido de que Arroyomolinos puede dispararse hasta la frontera de los 15.000 vecinos (ahora tiene 5.000), sin que ello conlleve problemas estructurales. Sucede que Labayen -como el resto de ideólogos de la consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes- considera que la administración pública debe poner generosas superficies de suelo en el mercado para así combatir la presente carestía del terreno. Sólo el suelo y los impuestos absorben en España el 36% del precio total de una vivienda, según un reciente informe.

La operación urbanística que se avecina en el Corredor del Henares está imbuida de esa misma filosofía. El segundo desarrollo residencial que refleja la memoria de Arpegio se encuentra en el paraje del Soto del Henares, a caballo entre los términos municipales de Torrejón de Ardoz y Alcalá de Henares. La superficie que ha comprado Arpegio es de 298 hectáreas (183 en Alcalá y 115 en Torrejón), suficiente, según las cábalas regionales, para construir 6.500 nuevos pisos. La memoria apunta, por añadidura: "Se prevé la tramitación de una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana para definir determinados usos lucrativos sobre una superficie edificable de 585.000 metros cuadrados".

De esta forma, Arpegio, que nació con vocación eminentemente industrial, comienza a escorar su actividad hacia el terreno de las viviendas. Ya en 1997 la venta de suelo fue muy pareja en ambas modalidades (156.000 metros industriales por 140.000 residenciales), y durante este año, por lo que adelantan sus responsables, se está intensificando aún más esta segunda dimensión de la sociedad. No se olvide que, para cumplir con el sueño que el director general Pedro Ortiz dibujó sobre los planos regionales, quedan aún casi medio millón de viviendas por delante.