Los bailaores se toman la revancha

Ya sé que son azares de la programación, pero esta noche vimos baile flamenco por derecho, ese arte tan hermoso y hoy día con frecuencia maltratado; pareciera como si los bailaores hubieran querido tomarse la revancha de lo que había ocurrido el día anterior sobre el mismo escenario.Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero pienso -y tengo que decirlo- que lo que vimos a Antonio Canales es otra historia, que poco tiene que ver con la maravilla, escueta y enriquecedora, que nos regalaron Manolete, Tati y Güito en pocos minutos.

Noche de veteranos

Gran noche de los veteranos, con un octogenario Juan Valderrama que se mantiene espléndido de forma, y un septuagenario Chano Lobato que siempre encandila con su entrañable entendimiento de lo jondo. A los dos les acompañó en esta ocasión Juan Habichuela, otro veterano cuya guitarra no ceja de ofrecer música de ensueño para el cante.A María Vargas y Vicente Soto les acompañó, en cambio, una guitarra joven, la de Manuel de María, quien sin embargo demostró también calidad y supo estar a la altura de los cantaores para quienes tocaba.

María Vargas con su cálida voz, tan entregada siempre a un eco cantaor de hermosas resonancias, y el hijo de Sordera con la profesionalidad acreditada desde largo tiempo al servicio de una tradición jerezana de solera.

El toque en solitario de Pepe Habichuela, brillante y profundamente flamenco, redondeó una importante noche flamenca asistida también por mucho público, en este homenaje en dos sesiones ofrecido al maestro Freire.