Una plataforma vecinal se opone a la recalificación del Botánico de Sanlúcar y reclama su uso público

La Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) ha dado luz verde a la aprobación inicial del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del Jardín Botánico, un emplazamiento privado, perteneciente a la familia de Orleans, que desde principios del pasado siglo ha formado parte del patrimonio histórico y ecológico de la ciudad. Contra la actuación, que pretende dotar a este suelo de servicios y usos residenciales, se ha creado una plataforma vecinal que que reclama el mantenimiento del solar como espacio verde de uso público.

Sobre un solar de 200.000 metros cuadrados, el PERI aprobado ahora inicialmente va a regular una primera actuación sobre un sector de 67.000 metros cuadrados, que permanecerá bajo titularidad de la familia propietaria. El Ayuntamiento, gobernado por el partido socialista, ha autorizado la calificación de zona edificable para unos 3.000 metros cuadrados, en los que serán construidas nuevas edificaciones de dos plantas. El resto de la parcela permanecerá ocupada, con carácter privado, por el Palacete del Botánico y los jardines que lo rodean. Contra esta autorización provisional cabe la presentación de alegaciones por parte de personas físicas o jurídicas que mantengan una postura contraria al nuevo uso del suelo, antes de su aprobación definitiva. En una segunda fase, el Ayuntamiento pretende autorizar la actuación sobre los 140.000 metros cuadrados restantes, mediante un plan parcial que concrete los términos del plan de ordenación urbana con el que cuenta Sanlúcar desde el pasado año. La nueva carta urbanística viene a considerar el solar del jardín botánico como suelo residencial, a diferencia de la calificación de zona verde que le confería el anterior plan general. El terreno restante del Jardín Botánico será aprovechado para la construcción de unas 450 viviendas de renta libre, la construcción de un instituto de enseñanzas secundarias e instalaciones deportivas, a la que se añadirán viales y un nuevo sistema de acceso al centro de la ciudad que mejore la actual entrada. La familia Orleans, mediante un convenio pactado con el Ayuntamiento, se ha comprometido a la cesión de 5.000 metros cuadrados de esta parcela para la construcción del instituto, cuya cesión debe ser ejecutada en breve plazo, al objeto de que el Ayuntamiento ceda el suelo a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, que tiene previsto el final de la obra para principios del año 2000. Reserva de flora Contraria a los términos de este ambicioso proyecto urbanístico, se ha organizado en Sanlúcar una plataforma ciudadana que reclama el mantenimiento del solar como espacio verde de uso público, y la regeneración del Jardín Botánico como centro de reserva de flora de interés ecológico, en evitación de "la pérdida irreparable de nuestro patrimonio". La plataforma ha venido desarrollando una campaña de recogida de firmas y ha anunciado el estudio de alegaciones al proyecto municipal. La plataforma mantiene que "si bien las dotaciones anunciadas son necesarias, existen lugares alternativos donde ejecutarlas, sin necesidad de sacrificar esta zona emblemática de la ciudad". El Jardín Botánico de Sanlúcar de Barrameda nació por iniciativa de Los Amigos del País, a principios del pasado siglo, animados por el hombre fuerte de España en aquel momento y favorito de la reina, el tristemente célebre Manuel Godoy, con el objetivo de crear un "hábitat de aclimatación de especies de alto valor ecológico procedentes de América y del Oriente, en el que intentar el mantenimiento y desarrollo de estas floras en nuestro entorno". El jardín logró la adaptación de especies como el cacao, la canela, el coco o el plátano, originarios de otras latitudes. El jardín respondía, pues, a los ideales de investigación científica y de progreso basado en el conocimiento que animaban a los ilustrados españoles. Estos ideales fueron cortados de cuajo por la invasión francesa y la Guerra de la Independencia. Tras la caída de Godoy, los levantamientos populares habidos en Sanlúcar provocaron la destrucción de buena parte del Jardín Botánico. La falta de atención en los últimos años ha acelerado la degradación del entorno, a pesar de lo cual aún mantiene buena parte de su riqueza ecológica histórica, según la plataforma ciudadana, que defiende su recuperación.