El patronato de la Fundación Saura acuerda seguir adelante con el proyecto

El patronato de la Fundación Antonio Saura, reunido ayer en Cuenca con la ausencia de las herederas del pintor -su viuda, Mercedes Beldarrain, y su hija, Marina Saura-, acordó seguir adelante con el proyecto de instalar un museo en la Casa Zavala, que actualmente se encuentra en obras.Pese a reconocer que la anunciada renuncia de las herederas a seguir participando en la Fundación deja el proyecto en una situación "incierta", los patronos manifestaron su intención de "intensificar esfuerzos" para seguir adelante, y acordaron pedir informes jurídicos a distintos organismos para aclarar qué derechos asisten ahora a la fundación.

Las dudas provienen del deseo, expresado ayer por el patrono Antonio Pérez en nombre de los demás, de "continuar la idea soñada por Saura aunque fuera imposible contar con la colaboración de la familia". Según el albacea del pintor, su abogado Olivier Weber, la renuncia de las herederas estaría basada en la "voluntad expresada por el pintor tanto en vida como en su testamento", y debería suponer el fin de la actividad de la fundación.

La nota emitida ayer por el patronato -en el que participan amigos de Saura y miembros de la Junta de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento y la Diputación de Cuenca y la Caja de la comunidad- manifiesta su deseo de reiniciar el diálogo con la viuda y la hija de Saura, invita a éstas a participar activamente en la fundación y agradece al Ministerio de Cultura su disposición a colaborar económicamente. Esa ayuda se considera clave para asegurar las "garantías de perennidad", que Saura había exigido según su albacea. La nota desmiente, por último, que el vicepresidente del patronato, Emilio Catalá, silenciara una carta enviada por Weber el 13 de agosto, tal y como denunció éste en un comunicado.