Una película de Robert Lepage abre el Festival de Montreal

De las 24 películas que desde ayer entraron en liza por el Gran Premio de las Américas del Festival de Montreal, siete son óperas primas, un porcentaje poco habitual en un certamen que comparte la categoría A con Cannes o San Sebastián, entre otros. Serge Losique, director y alma mater de Montreal, ha decidido confiar en nuevos directores, aun a riesgo de encontrarse con una selección oficial plagada de desconocidos.Junto a los noveles, destaca una fuerte presencia del cine canadiense, especialmente el francófono. En la prensa de Quebec se habla ya de un resurgir del cine patrio, prácticamente ausente en ediciones anteriores. El buque insignia de esta armada es Nô, de Robert Lepage, que abrió en la noche de ayer la competición oficial. El también director de teatro, conocido en España gracias a El confesional, se ha inspirado en uno de sus dramas, La sep brances de la rivière Ota, para optar por un estilo casi minimalista, con el que narra las desventuras de una actriz embarazada con un novio más preocupado por el nacionalismo canadiense que por el futuro de la pareja. Hay cuatro películas francesas en competición, a las que hay que sumar Hasards ou coïncidences (Un hombre y una mujer), del veterano Claude Lelouch, que clausurará el certamen.

Tres películas españolas

Tres películas españolas participan en el festival: Las ratas, de Antonio Giménez-Rico, basada en la novela de Miguel Delibes; El hombre con lluvia en los zapatos, rodada en inglés por María Ripoll y que aún no se ha estrenado en España, y la coproducción argentino-española El faro del sur, de Eduardo Mignonga, con Ingrid Rubio como protagonista. El contraste entre Las ratas y El hombre con lluvia en los zapatos es más que notorio. Frente al retrato de una Castilla rural de estrema dureza, que se considera exótica en Canadá, El hombre con lluvia en los zapatos es una historia de amor dirigida, escrita y producida por españoles pero interpretada por ingleses, a excepción de Penélope Cruz, Gustavo Salmerón y Eusebio Lázaro