Verdemar denuncia la tala de 10.000 árboles para hacer un campo de golf

El grupo ecologista Verdemar responsabilizó ayer al consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Luis Blanco, al Ayuntamiento de San Roque (Cádiz) y a la empresa Sotogrande SA de cometer un presunto delito ecológico al permitir la tala indiscriminada de más de 10.000 árboles en la finca Almenara, ubicada en la parte alta de la lujosa urbanización sanroqueña de Sotogrande. Los ecologistas consideran que se ha cometido un delito ecológico y piden la dimisión del consejero.

Laura González, portavoz de Verdemar, describió ayer la situación de la zona afectada: "Mediante maquinaria pesada se están talando acebuches, numerosos pinos piñoneros y algunos alcornoques, que posteriormente son almacenados en un vertedero y cubiertos de tierra. La situación actual del terreno es desoladora. En lugares que se encontraban completamente cubiertos de arboleda, se pueden observar numerosos cortes y en los montes han sido arrasados miles de metros". Los ecologistas solicitaron ayer la dimisión del consejero de Medio Ambiente y de los responsables del área de Urbanismo del Ayuntamiento sanroqueño, ya que la zona afectada ha sido propuesta en numerosas ocasiones para su protección debido a su alto valor ecológico. Presunto delito "Entendemos que los hechos denunciados constituyen un presunto delito ecológico, sin precedentes en este municipio, y sus culpables son los ya mencionados porque han otorgado las pertinentes licencias y han dado el visto bueno al movimiento de tierra con el objeto de que se constituya en la zona un nuevo campo de golf", declaró González. La portavoz ecologista aseguró que en el estudio de impacto ambiental de la empresa se dice que "si no se hiciesen campos de golf, las masas forestales se erosionarían debido a los incendios, por lo que se ha optado por cortarlas de raíz". "Si bien no nos oponemos al desarrollo turístico y empresarial del Campo de Gibraltar, éste no puede acarrear la pérdida de miles de árboles, por lo que entendemos que dichas actuaciones son más perjudiciales para el monte que incluso los incendios forestales, ya que no se deja opción a la vegetación para poderse regenerar", insistieron los ecologistas.