"Soflemas"
Una gran canción de este tiempo es Clandestino, de Manu Chao. "Mi vida va prohibida". Mientras muchos jóvenes marroquíes se ahogan en el Estrecho para escapar, el pueblo saharaui se quema bajo un sol inclemente en el pedregal de Tinduf porque no le dejan regresar. De la patriótica Marcha Verde a una patética Fuga Anfibia, el terrible engranaje es a un tiempo oclusivo, represivo y expulsivo. Hassan II, astuto pero no inteligente. Un proverbio saharaui: "Quien se oculta detrás de los días acabará por ser descubierto". - o -
Acaso después del automóvil, la peor amenaza para la hembra sigue siendo el macho ibérico. Una mujer maltratada, con vértebras y piernas de animal de carga: "Cuando marché de casa, compraron una mula".
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Una dedicatoria sublime, la de Jardiel Poncela: "A Dios, que me cae simpático". Pero Dios, ese ídolo abrumado, no consigue librarse de sus fans, todos machistas. Lo invocan los talibán para su terror. Clinton para su wargasm. El Papa para beatificar a un cardenal fascista. De pasada, oigo el inocente lapsus de una niña: "Yo, como mi abuela, soy castigo de Jehová".
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Visito a un amigo en el hospital. Me dicen que está en la... ¡Unidad de Politraumatizados Polivalentes! Sigo la flecha y siento en el pasillo el peso de una unidad de destino en lo universal.
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Definitivo, Szazs: "No tener una idea y expresarla, eso es el periodismo". Otro filósofo, Caneda: "Estamos entre la espalda y la pared".
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Un nuevo rico: "Esta noche caerá una lluvia de estrellas feraces". - o -
Canta Manu Chao: "Tú no tienes la culpa, mi amor, de que el mundo sea tan feo".
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