_
_
_
_
_

Contemplación a precio módico

El servicio de hospedaje del monasterio de Montserrat se halla directamente a cargo de la comunidad benedictina. En un edificio situado junto a la basílica se acoge a todo aquél que, con la debida antelación, hace su reserva para pasar unos días de retiro a precio módico, y sin más obligaciones que atenerse a los horarios que observan los monjes de la regla de san Benet: desayuno a las 7.45 horas, almuerzo a las 13.30 y cena a las 20.15. El huésped paga 2.500 pesetas cada día por el alojamiento y las tres comidas, que son sanas, suficientes y sobrias. Joan-Andreu Rocha dice que el éxito de la hospedería es un hecho y el personal que la visita, muy variado: "Aquí viene lo mismo un colegio para hacer unas convivencias que alguien que necesita concentrarse en un trabajo y aislarse". Los monjes no imponen más condiciones que las dichas y no otras de más difícil cumplimiento si el espíritu no está pronto: un benedictino de Montserrat empieza la jornada a las 5.45 horas y la termina a las 21.15 con la oración de Completas. A nadie se le pregunta qué hace o qué deja de hacer, si acude o no a los oficios religiosos, o cualquier otro detalle de su vida privada. El hermano Joan-Andreu insiste una y otra vez en ello por si alguien pensaba que la hospedería sólo está abierta a los creyentes de misa diaria. "El que se aloja aquí sabe que es respetado, que pasa desapercibido y que a nadie se le revelará si ha estado o no aquí".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_