El Tribunal de Cuentas recomienda a Interior que redimensione Arkaute

VIENE DE LA PÁGINA 1 Las instalaciones y aulas de Arkaute, a tres kilómetros del casco urbano de Vitoria, han bajado drásticamente su ritmo de trabajo desde junio de 1996, cuando salió de ellas la 15ª promoción, la que sirvió para completar el despliegue de 7.300 ertzainas pactado con el Gobierno central. La Academia constituye el símbolo de la policía vasca, recibe una media de 10.000 visitas al año y el 26 de marzo de 1996 fue atacada con granadas por ETA. El presupuesto anual del centro ronda los 1.500 millones de pesetas y su plantilla asciende a 167 personas, de las que más de un tercio son profesores, aunque la última Relación de Puestos de Trabajo de Interior ha reducido a 115 los puestos de trabajo. El estudio del Tribunal de Cuentas, al que ha tenido acceso Vasco Press, también constata que el único informe que existe sobre la valoración de gastos de la Academia data de 1994 y no aporta datos sobre lo que cuesta la amortización de las instalaciones, con lo que el cálculo de costes está infravalorado. Además, el tribunal observa que la liquidación presupuestaria no recoge realmente todos los gastos en los que incurre el centro de Arkaute. De esta forma, el órgano fiscalizador concluye que el Departamento de Interior debería establecer para la Academia un plan de orientación estratégica a medio plazo que incluya "la naturaleza de las actividades a desarrollar, el dimensionamiento de la plantilla, la estructura del plan formativo, el plan de gestión y el modelo de financiación". Por su parte, el departamento que dirige Juan María Atutxa ha alegado que el despliegue de la Ertzaintza no ha finalizado con la promoción de 1996. "El despliegue", señala, "habrá tocado a su fin cuando se lleve a cabo la articulación de todo tipo de unidades para combatir de forma efectiva la delincuencia, para lo que es necesario la especialización de los miembros actuales de la Policía autónoma". Interior también discrepa respecto a la necesidad de establecer un plan de orientación estratégica para la formación de los agentes, porque "la actividad policial está sometida a constantes mutaciones debido a la variedad de circunstancias con las que tiene que enfrentarse y un plan rígido no permitiría la flexibilidad suficiente para reaccionar".