Una unidad de la policía de Benidorm controla la calidad del alcohol que beben los turistas
Desde hace cuatro años, en el seno de la Policía Local de Benidorm funciona un grupo específicamente dedicado a velar por la calidad de las bebidas alcohólicas que los locales públicos sirven a los visitantes. El llamado Grupo de Investigación de Establecimientos actúa de oficio o tras recibir una denuncia de consumidores que sospechan que el líquido que han pagado ha sido adulterado, diluido en agua o, más grave todavía, se trata de una bebida con elementos tóxicos que han hecho efecto en sus estómagos. Los comas etílicos "sospechosos" generan su inmediata intervención.
Para el concejal Salvador Moll, artífice de la creación del grupo cuando era responsable de la seguridad ciudadana, la iniciativa ha frenado en seco el fraude en los bares y discobares de ambiente extranjero. "Los agentes tienen instrucciones precisas, y realizan sus pesquisas sobre todo en aquellos locales que regalan una copa por cada cóctel que consume el cliente", señaló el edil. Cada vez que la Policía Local auxilia en las calles de Benidorm a una persona afectada por una intoxicación etílica, las primeras investigaciones se encaminan a conocer si el estado del turista es proporcional al alcohol consumido. En caso afirmativo, la acción policial acaba con el traslado del turista ebrio a su hotel o a un centro hospitalario. Si, por el contrario, los acompañantes de afectado aseguran que el consumo ha sido mínimo, los agentes recaban información de los locales visitados y el tipo de bebida consumida, de la que se recoge una muestra para ser analizada por los servicios sanitarios. También se recaba información de los facultativos que atienden al visitante. "Si tenemos sospechas de que la bebida alcohólica que llevó a ese estado al turista ha sido adulterada o contiene productos tóxicos, las diligencias se trasladan inmediatamente al juzgado de instrucción y se abre un expediente sancionador al local", explica Salvador Moll. "Las medidas tan severas que hemos impuesto han motivado un extraordinario descenso de los casos, que apenas se registran ya por las calles de la ciudad", añade. Curiosamente, también se dan casos de clientes que sospechan que el alcohol solicitado ha sido rebajado con agua. El Grupo de Investigación de Establecimientos es reducido, porque reducida es la zona de la capital turística que vigilan con mayor celo. Se trata de las poco más de media docena de calles en las que se concentran los locales más frecuentados por los turistas extranjeros. Es esos discobares, que regentan y atienden también extranjeros, está muy arraigada la costumbre de ofertar el happy hour, de forma que el cliente recibe una bebida gratis idéntica a la que ha pagado. El consumo de alcohol se dispara en ese periodo de tiempo, y las borracheras se suceden con relativa facilidad. "Hace tiempo que no reghistramos comas etílicos", comenta Moll, "y evidentemente eso es por efecto de la acción policial y por la colaboración de los empresarios, que han comprendido que la calidad es importante para no dañar la imagen de la ciudad".
60.000 vehículos diarios
La ocupación turística de Benidorm ha desbordado este año todas las previsiones. Las autoridades locales calculan que cada día de agosto llegan a la ciudad alrededor de 60.000 vehículos cargados de visitantes dispuestos a pasar un día en las playas o resto de atracciones que ofrece la villa turística. El teniente de alcalde Salvador Moll asegura que el incremento del tráfico rodado desbarata las cifran que manejan las autoridades turísticas. "De 350.000 turistas nada de nada", enfatiza Moll. "Los visitantes de un día son ya un factor importante a tener en cuenta, porque se cuentan por decenas de miles llegados del resto de la provincia de Alicante , Murcia y Albacete principalmente". En su inmensa mayoría, el turista de Benidorm llega en paquete organizado, a través de vuelos charter, y por tanto sin vehículo propio. El Gabinete Sociológico Municipal ha iniciado un estudio para determinar la demanda de servicios de aquellos que optan por esta ciudad para disfrutar de un día de sus vacaciones. "No es fácil mantener todo en perfecto orden en esas condiciones", apunta Moll.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.