Gobierno y PNV coinciden en posponer el debate presupuestario a los comicios vascos

El Gobierno y el PNV no desean empezar el debate parlamentario de los Presupuestos de 1999 hasta después de las elecciones vascas del 25 de octubre. Una delegación del PNV, encabezada por Iñaki Anasagasti, planteó esta propuesta al vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, en el encuentro que mantuvieron el 28 de julio. Los nacionalistas no quieren que el debate presupuestario "contamine" la campaña electoral. Sus intereses coincidieron con los del Gobierno. En dicha cita, la última entre el Ejecutivo y su socio, el PNV exigió al Gobierno inversiones en infraestructuras, particularmente en la Y ferroviaria vasca, para asegurar su apoyo presupuestario. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, no se entrevistará con José María Aznar hasta después de los comicios autonómicos.

La propuesta de la delegación del PNV de postergar el debate presupuestario a la celebración de las elecciones autonómicas contó con el apoyo de Rodrigo Rato, aunque la última palabra la tiene la Mesa del Congreso. Ni el Gobierno ni el PNV quieren que se crucen ambos debates ni tampoco que la presión de la campaña electoral vasca, que se presenta muy dura especialmente en la confrontación entre el PP y el PNV, condicione el voto de los nacionalistas vascos a las enmiendas a la totalidad del Presupuesto. El PNV va a manejar durante la campaña electoral, entre otros, el argumento de un posible gobierno nacionalista con apoyo externo de HB y con el plan Ardanza de pacificación como una base programática, lo que chocará frontalmente con las posiciones del PP. Ni el PNV ni el Gobierno están interesados en el cruce de ambos debates tan antagónicos, más aún cuando los nacionalistas vascos están favorablemente predispuestos con las líneas generales de los Presupuestos de 1999.

En el encuentro del pasado 28 de julio, Iñaki Anasagasti, Jon Zabalía y Xose Joan González de Txabarri dieron el visto bueno a las líneas macroeconómicas del Presupuesto, como el mantenimiento de la política de contención del déficit y los aumentos en las partidas de sanidad, educación y defensa.

No obstante, la delegación nacionalista planteó a Rato que la condición para dar su apoyo definitivo al Presupuesto pasaba por el compromiso del Gobierno de realizar fuertes inversiones en infraestructuras, según manifestó a EL PAÍS uno de los asistentes a la reunión. Concretamente, el PNV solicita al Gobierno financiación para la Y ferroviaria vasca; la autopista de Málzaga; aeropuertos y costas. Todas ellas son competencias que ejerce el Estado en el País Vasco.

Las conversaciones entre elGobierno y el PNV continuarán en septiembre, pero la coordinación de las inversiones en infraestructuras, la reclamación estrella de los nacionalistas vascos en los Presupuestos, tendrá como interlocutor por parte del Ejecutivo a su vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos.

Bloque unido

El Ejecutivo está muy interesado en contar no sólo con el respaldo numérico que le aporta el PNV -le bastan los votos de CiU y Coalición Canaria- sino también con el apoyo político que le supone renovar la imagen de un bloque de Gobierno unido ante el tramo final de la legislatura. La expresión máxima de lo codiciada que resulta para el Gobierno esta imagen fue la propuesta que el presidente del Ejecutivo, José María Aznar, realizó a los portavoces de los tres grupos nacionalistas que apoyan al Gobierno en el encuentro que mantuvieron en La Moncloa el pasado 14 de julio. Aznar sugirió a los reunidos un "apoyo blindado" a los Presupuestos, de manera que sus enmiendas parciales se negociaran directamente con el Ejecutivo y pudieran presentarse el Gobierno y sus socios nacionalistas como un bloque unido en el Parlamento.

Precisamente, en la misma dirección de separar las elecciones vascas del debate presupuestario, José María Aznar ha aparcado su entrevista con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, de la ronda que abrió con los partidos a finales de julio con su encuentro con el presidente de la Generalitat y de CiU, Jordi Pujol. La entrevista entre Aznar y Arzalluz se celebrará después del 25 de octubre, según fuentes del PNV. Lo que previsiblemente sí sucederá es que el lehendakari José Antonio Ardanza acuda a La Moncloa a despedirse del presidente del Gobierno al final de su mandato.