Dos versiones de una misma fiesta
Bilbao ofrece dos caras bien diferenciadas en la Aste Nagusia: la del Ensanche y la del Arenal
Los horarios, las bebidas, el precio, la gente... Todo es distinto a un lado y otro de la fiesta. La ría se encarga de separar uno y otro escenario. Hay una fiesta de día, en torno a los toros, y otra muy distinta por la noche, en la zona del Arenal. Al mediodía, en el recibidor del Hotel Ercilla no cabe ni un alfiler. El fino, la música, el bullicio y el ambiente taurino que se respira, en comparación con el kalimotxo y el bocata de chistorra, denotan que Bilbao ofrece dos caras muy distintas de la Aste Nagusia: la del Arenal y la zona del Ensanche. Para Carmen, una bilbaína de 40 años, la auténtica fiesta se vive en el Arenal y sus alrededores: "Me encanta perderme por Barrencalle [en el Casco Viejo] porque, sea la hora que sea, siempre tienes algo que hacer". Desde primeras horas de la mañana, las comparsas organizan campeonatos de ajedrez, concursos culinarios y juegos para los más pequeños en el Arenal. Pero es a partir de la noche cuando esta zona se convierte en un hervidero de gente de todo tipo. "No tenemos edad para ir al Arenal. Lo hemos visitado, pero nos sentimos más a gusto a este lado", comenta un matrimonio de Alicante, alojados en el Hotel Ercilla. Llevan ocho años ininterrumpidos viniendo a Bilbao para disfrutar del plan tradicional de la Aste Nagusia. La gran pasión de Enrique Rodríguez, de 61 años, son los toros. Él y su mujer, Mercedes Salinas, llegaron el lunes y se marcharán mañana. Le convencieron los toros, el teatro y la gastronomía. "El teatro es un complemento perfecto para traer a mi mujer y tenerla contenta, ya que no le gustan mucho los toros". Entre bacalao al pil-pil y chuleta, jamón de jabugo y montaditos de lomo disfrutan de una versión de la fiesta que exige hacer un importante desembolso económico. Para otros el plan es bien distinto. Alberto, un gallego que se ha sumado los tres últimos años a la Aste Nagusia, sale todos los veranos de su casa de Pontevedra con cinco o diez mil pesetas en el bolsillo y trata de ver mundo: "Como no tengo dinero voy parando en cada pueblo, saco mis mazas y mis antorchas de fuego, y así cada día..." Con el lanzamiento de los fuegos artificiales, el Arenal se convierte en un auténtico hervidero de gente y las txosnas comienzan a hacer caja. Algunos jóvenes practican el skakeing, un nuevo tipo de deporte que consiste en pedir cerveza o kalimotxo y salir corriendo sin pararse a pagar. Otros tienen tácticas para que la bebida salga más barata: desde comprar las litronas de cerveza en un supermercado hasta visitar al amigo del alma que trabaja en la txosna. Un grupo de personas completamente heterogéneo, donde conviven todo tipo de etnias y clases sociales. Un ambiente completamente distinto, marcado por la fiesta taurina, congrega a miles de personas en la calle Ercilla: la música de los sevillanos Siempre Así suena por los altavoces de la terraza montada por la asociación de comerciantes de Indautxu. Algo impensable en el Arenal. Como ver a Emilio Ybarra, el alcalde Ortuondo, Manolo Chopera, Los Del Río, Patxi Alonso, Ramón García y tantos otros que rondan la zona selecta. Cada cual elige. Unos y otros pueden disfrutar de una diversión variada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.