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38 años de "cuestión"

Tres referendos y una veintena de proyectos de solución a lo largo de 38 años no han conseguido solventar la llamada cuestión de Quebec. Empezó en 1960 cuando el Partido Liberal de Jean Lesage alcanza el poder en la Bella Provincia e inaugura la llamada "revolución tranquila" en la búsqueda de una solución a la identidad quebequense. Tuvo un desarrollo espectacular en 1976 con el triunfo del Partido Quebequés, independentista. Nueve años antes, en 1967, el general Charles de Gaulle, presidente de Francia a la sazón, lanzó en Montreal su grito de "Viva Quebec libre". En 1980, los quebequenses rechazan en referéndum una fórmula de "soberanía-asociación" que permitía una relativa independencia política de la provincia, pero asociada a Canadá.

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La revancha nacionalista llegó en la segunda consulta popular, en 1992, cuando a nivel nacional es rechazado el acuerdo de Charletown, reforma constitucional que otorgaba a Quebec el carácter de "sociedad distinta". En la provincia triunfó el no por considerar corta la reforma en la vía independentista. Pero también ganó en cinco provincias anglófonas por todo lo contrario: demasiadas concesiones a los quebequenses. El Partido Quebequés logró una pírrica victoria en las elecciones de la provincia en 1994 tras prometer un referéndum claro sobre la independencia de la provincia que, celebrado un año después, perdió por 1,2 puntos. Para muchos anglófonos resulta exasperante la cuestión quebequense y recuerdan que la clase política que ha gobernado desde Ottawa a todo Canadá nació en la Bella Provincia: Trudeau, Mulroney y actualmente Jean Cretien, liberal, entre otras figuras.

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