257 muertos en el último ataque integrista contra intereses estadounidenses

El millonario saudí Osama Bin Laden, de 42 años, financió desde su refugio de Afganistán las operaciones contra las embajadas de Estados Unidos en Nairobi y Dar es Salam del pasado día 7, que se saldaron con 257 muertos (12 de ellos estadounidenses) y más de 5.000 heridos, confesaba hace pocos días a la policía de Kenia y a los hombres del FBI, el jefe del comando fundamentalista, el palestino Mohamed Sadiq Howaida. Howaida, que había sido detenido en la frontera de Pakistán mientras trataba de alcanzar su refugio de Kabul, facilitó tras tres días de interrogatorio a la policía todo lujo de detalles relacionados con una operación que se había ultimado en la penumbra de dos habitaciones de un modesto hotel de la capital keniata, el Top Hill, a pocos metros de la delegación norteamericana, en las que se fabricaron más de 800 kilogramos de explosivos. El cerebro de la operación reafirmó las sospechas de los investigadores acusando directamente a Osama Bin Laden de estar detrás de la operación, pero además reveló otros datos estrategicos de vital importancia, según los cuales el millonario saudí, con un fondo de 300 millones de dólares (45.000 millones de pesetas), contaría con un ejército de 4.000 a 5.000 veteranos de la guerrilla fundamentalista perfectamente pertrechados con material sofisticado, entre los que se encontrarían misiles tierra-aire y morteros escondidos en Afganistán.