Moscú teme que Afganistán se convierta en un centro del terrorismo internacional
Rusia teme que si los talibán toman el control de todo Afganistán, este país "puede convertirse en otro centro del terrorismo internacional". El viceministro de Exteriores de Rusia, que acusó a Pakistán de intervenir directamente en apoyo de los talibán en la última ofensiva que éstos han lanzando en el norte de Afganistán, declaró ayer que "se puede suponer que los organizadores de algunos actos terroristas ocurridos en el mundo en los últimos días tienen su sede en Kandahar, que de hecho se ha convertido en centro del movimiento talibán".
El avance talibán, según Pastujov, ha sido posible gracias "a la activa utilización de las tropas y de la aviación de Pakistán". La ayuda militar masiva de Pakistán puede conducir "a una desestabilización de la situación en toda la zona", agregó el diplomático, quien enfatizó que "Rusia por el momento no ve y no reconoce a otro Gobierno de Afganistán que no sea el del presidente Burhanuddin Rabbani".Rusia está sumamente preocupada por los últimos triunfos de los talibán, que ya han llegado a la frontera con Uzbekistán, país miembro de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). El temor ante los talibán es compartido por Tayikistán, que también tiene frontera común con Afganistán, e incluso por Kazajstán.
El Ministerio de Defensa ruso, por de pronto, ha ordenado reforzar las tropas que tiene en la zona, incluida la 201 División de Infantería Morotorizada, emplazada en territorio de Tayikistán.
A fines de mes o comienzos de septiembre, los ministros de Defensa de la CEI se reunirán para discutir la situación creada a raíz del triunfo talibán y la manera de aplicar el Tratado de Seguridad Colectiva en caso de una agresión a alguno de sus miembros.
Pastujov aseguró ayer que "ni los militares ni los diplomáticos de la CEI estudian bajo ninguna circunstancia la posibilidad de una intervención militar en el desarrollo de la situación en el norte de Afganistán". Al mismo tiempo, advirtió de que los firmantes del Tratado de Seguridad Colectiva no están dispuestos "a ignorar las amenazas de los talibán, en el sentido de que entre sus planes figura la conquista de Bujara y Samarcanda", ciudades que pertenecen a Uzbekistán.
Mientras tanto, los dolores de cabeza ya han comenzado para Tayikistán, en cuyas fronteras se están concentrando los refugiados que huyen del avance talibán. El norte de Afganistán está poblado principalmente por tayikos y uzbekos, que temen a los talibán, que son pastún, y a las severísimas reglas islámicas que imponen en los territorios que controlan. Parte de los refugiados proviene de Mazar-i-Sharif, donde, según afirmó Pastujov, los talibán han realizado una auténtica "matanza étnica".
Mientras, los talibán prosiguen su avance cerca ya de la victoria total sobre la oposición. Ayer reforzaron las zonas conquistadas en los últimos días y su aviación realizó bombardeos masivos sobre la localidad de Bamyan, situada al noreste del país y en el centro de la provincia más proiraní del país. Varios testigos señalaron a la televisión iraní que toda la ciudad estaba en llamas y que había numerosos cadáveres diseminados por las calles. Precisamente, la televisión iraní aseguró ayer que el movimiento talibán ha enviado toneladas de opio y heroína a Occidente a través del emirato de Kuwait. La noticia refleja el enfrentamiento entre el Gobierno de Teherán y el régimen ultrafundamentalista de Kabul, que alcanzó su máximo punto con la desaparición de once diplomáticos iraníes en Afganistán. El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Kamal Jarazi, exigió al régimen talibán que "libere inmediatamente" a los diplómaticos, que asegura están retenidos por las autoridades de aquel país.
Mientras tanto, Abdul Rashid Dostum, comandante uzbeko de la oposición a los talibán, aseguró ayer que sus fuerzas habían lanzado una exitosa contraofensiva en Hairatan, puerto fluvial en la frontera con Uzbekistán, pero esta información no ha sido confirmada por fuentes independientes.
No todos en la CEI temen a los talibán. Así, a Turkemnistán le conviene el triunfo definitivo de éstos, porque traería la paz y permitiría hacer realidad la construcción de un gasoducto hacia el Sur para exportar su principal riqueza. Por cierto, por la misma razón este triunfo conviene a EEUU y no a Rusia, cuyo territorio por ahora sigue siendo paso obligado para la exportación de los hidrocarburos de Turkemenistán y de otras repúblicas centroasiáticas de la ex URSS.
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