"España no será lo que debe mientras no produzca ciencia"

Dice el académico de académicos Pedro Laín Entralgo, de 90 años: "He vivido 75 u 80 años con plena conciencia de lo que en torno a mí pasaba y creo que hoy la convivencia entre los discrepantes ideológicamente es posible, porque empuñar las armas ya no puede ser. Se han creado condiciones para que convivamos, aunque la injusticia socioeconómica no se ha resuelto. Y no creo pecar de optimista, que no lo soy". Laín ha dirigido un curso sobre El comienzo de la investigación científica en España, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander.Pregunta. Ha vivido los acontecimientos científicos más relevantes del siglo. ¿Cuáles recordaría?

Respuesta. Ha ocurrido algo tan fabuloso como la invención de dos accesos al conocimiento de la realidad del cosmos: la llamada teoría de los quanta, el descubrimiento de que la acción se transmite por saltos, de cuyos problemas y soluciones está viviendo en buena parte la microfísica; y la teoría de la relatividad.

P. ¿Hacia dónde irá la investigación científica del futuro?

R. Hay un camino no recorrido íntegramente para unificar el tratamiento matemático y, por lo tanto, la posibilidad de cálculo de las energías gravitatoria, electromagnética, fuerte y débil, que operan en el átomo. Éste es un campo en el que la física actual está centrada en EEUU.

P. ¿Se podrá lograr esa ciencia para todo de la que se habla, una teoría que sirva para todo?

R. Yo creo que no, aunque hay quien afirma que el camino actual es conseguir una teoría que sirva para resolver todos los problemas que la física ofrece a la mente. Pero yo creo que el conocimiento total acabado de la realidad no será dado nunca a la mente humana, que se mueve acercándose cada día, en forma asintótica, como dicen los matemáticos.

P. ¿De qué peca la investigación científica en España?

R. Comenzó con el grupo de sabios que encabezan Cajal, Torres Quevedo y Menéndez Pelayo. Luego se fue ampliando la preocupación por la ciencia y hoy ha crecido notablemente. Es de desear que vaya en aumento. Porque España no será intelectualmente lo que puede y debe ser mientras no produzca en cantidad y calidad la ciencia correspondiente a un país europeo, occidental, de 40 millones de habitantes. Y no hemos llegado a eso.

P. Los jóvenes científicos tienen que marcharse fuera para hacer una carrera internacional.

R. Es el gran problema no resuelto. Yo tengo una nieta que es investigadora en oncología biológico-molecular en Escocia. Está deseando volver a España, pero no puede, y como ella muchos otros. El número de los que se marchan es preocupante. Hay muchos españoles en EEUU y en otros países que desearían hacer ciencia en España.

P. Ha habido este año una gran polémica sobre otras ciencias, las humanísticas.

R. Creo que la formación en ciencias humanas en la secundaria es muy deficiente. La historia, la literatura y hasta la geografía que se estudia es deficiente. Los jóvenes tienen que recibir formación de lo que ha sido España y lo que han dado los hombres de España en letras y en ciencias. La conciencia histórica es necesaria para el que quiera ser un hombre culto.

P. Dice usted que hay que reflexionar sobre el entorno.

R. Todos deberíamos hacer una reflexión al menos una vez al año preguntándonos: ¿En qué España vivo? ¿Qué se ha hecho en ella por la convivencia de los ideológica y credencialmente discrepantes o para solucionar las diferencias sociales?