_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El palacio de los ingenuos

El coleccionista francés de arte naïf y empresario de la cosmética Albert Laporte tiene la llave del palacio de los artistas ingenuos. La puerta de este universo cándido y alegre no se abre ante el pedigrí pictórico ni ante un elevado cachet en los circuitos artísticos. Un pastor de ovejas puede ver colgado su cuadro al lado del de un embajador. Sólo los pintores antiacadémicos, autodidactas, espontáneos, sinceros, naturales, auténticamente naïves, en definitiva, pueden hacerse un lugar en el espléndido Museo de Arte Naïf (MAN). Laporte encontró en el edificio modernista de El Molí de la Torre, en la planicie ampurdanesa de El Far d"Empordà, el marco ideal para hacer realidad un sueño que empezó a gestarse hace más de 30 años, cuando compró su primer cuadro naïf en el marché aux puces de París. Su museo, inaugurado el mes de mayo, expone la segunda colección de arte naïf más importante del mundo. El noble caserón, con más de 1.500 metros cuadrados de superficie y cuidados jardines, perteneció a la familia Pitxot y alojó durante muchos veranos al pintor Salvador Dalí, que lo describe en su Vida secreta como un lugar mágico que parecía construido adrede para soñar y fantasear despierto. Los defensores de lo naïf afirman que este arte intenta aportar una bocanada de aire fresco a un mundo excesivamente complejo, mecanizado e intelectualizado, donde el hombre se siente a menudo rechazado. El museo rescata una frase de Baudelaire: "He vuelto a buscar asilo en la impecable ingenuidad".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_