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LA UNIVERSIDAD QUE SE AVECINA

Alfonso X y su vecina, la "Biblia políglota"

El rey sabio, o, para ser más exactos, su más importante legado, podrá sentirse por fin a sus anchas a principios de 1999. Hacia febrero o marzo del próximo año confía la Universidad Complutense en poder abrir uno de sus proyectos más largamente deseados de los últimos tiempos, el archivo histórico y la biblioteca de fondos antiguos. Allí, el Códice de Alfonso X el Sabio dispondrá del espacio holgado que por categoría merece. Y tendrá como vecinos, en las estanterías más nobles, algunas obras de valor bibliográfico igualmente incalculable: la primorosa Biblia políglota, de renombre mundial; una biblia mozárabe datada en el siglo IX y otro de estos textos sagrados en versión hebrea. El patrimonio de la Complutense, a la vista está, va mucho más allá de unas cuantas docenas de edificios.Las nuevas instalaciones, bautizadas con el nombre de Marqués de Valdecilla, avanzan con ritmo ágil en el número 3 de la calle de Noviciado. Mientras tanto, todos estos fondos permanecen a buen recaudo -sólo que bastante más prietos- en el antiguo edificio del rectorado, hoy reconvertido en pabellón de gobierno.

Referente para científicos

El resultado final de esta biblioteca Marqués de Valdecilla promete merecer adjetivos superlativos. Dicen sus promotores que está llamada a ser la tercera colección española de estas características por número de ejemplares, con sus cerca de 4.000 manuscritos y 700 incunables. En cuanto a la relevancia de los legajos ahí agolpados, la Complutense alcanza el segundo puesto de la clasificación nacional, sólo superada por la imbatible Biblioteca Nacional. Pese a todo, los volúmenes reunidos en el inmueble del paseo de Recoletos presentan un perfil mucho más humanístico, por lo que los estudiosos de las disciplinas más científicas tendrán necesidad de frecuentar esa calle de Noviciado.La joya de la bibliografía universitaria española también contará con unos mínimos de accesibilidad para el personal no especializado. Los encargados de las nuevas instalaciones no sólo tienen en sus previsiones autorizar la entrada del público en general, sino que además han incluido visitas guiadas para inocular en los ciudadanos el virus irresistible de la pasión bibliográfica.

Al margen de todo ello, la biblioteca Marqués de Valdecilla contará con una sala permanente de exposiciones. Este elemento debe servir, confían sus responsables, para familiarizar el nombre de la Complutense como referencia cultural en la misma zona centro de Madrid, a varios kilómetros de distancia del campus de Moncloa.

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