Borrell apoya a González en su defensa de Vera y Barrionuevo

Si es que había alguna duda, José Borrell la despejó ayer. Él está con Felipe González a vida o muerte. Y, si no hay que llegar a tanto, por lo menos está en su actitud de apoyar al que fuera presidente de Gobierno en su anunciado compromiso de sumarse como letrado a la defensa ante el Constitucional de los condenados en el caso Marey.Desde la Oficina del Candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno se ha querido dejar claro este apoyo después de que dirigentes de IU volviesen a arremeter contra González y le emplazasen a que no se le ocurra asumir la defensa de José Barrionuevo y Rafael Vera en tanto en cuanto el Congreso no resuelva sobre su posible compatibilidad.

En contraste con esta reacción, Ángel Pérez, responsable de Madrid de IU, se atrevía a pedir a sus compañeros que dejen de preocuparse por si González se constituye o no en defensor. "Es una forma", dijo, "de mostrar su solidaridad con los condenados y, en ese sentido, no es más que una anécdota aparatosa".

Pero a IU no le gusta que González pase de acusado a defensor. Al PP, tampoco. Hasta ayer mismo a González se le reprochaba haber abandonado a sus compañeros frente a la frialdad de la Justicia; hoy es lo contrario. José María Michavila, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, asegura que González, como ex presidente de Gobierno, le merece todo su respeto, pero añade que "es deseable que esté a la altura de la dignidad del puesto y responsabilidad que ocupa al tener esa figura institucional".

Según Michavila, su partido, el PP, pretende "huir de cualquier forma indirecta o directa de politización de la justicia" y se ha limitado "a resucitar a Montesquieu: que el Ejecutivo haga lo que tiene que hacer, que el Parlamento haga lo que corresponde al legislativo, y que los jueces hagan lo que corresponde al Poder Judicial". De ahí que le cueste ver en González "otra cosa que un ex presidente del Gobierno de mi país". Más claro, el presidente del PP en Cataluña, Alberto Fernández, achaca al exjefe del Ejecutivo socialista "mala conciencia" por el afán de defender a quien un día fuera su ministro del Interior.

En cualquier caso, con González está el candidato a sucesor -a título de presidente del Gobier-no-, José Borrell, según confirmaba su Oficina frente a insinuaciones contrarias de IU.

Sin escándalos

Jueces y magistrados -con escasas excepciones- han recibido con toda naturalidad la decisión de González. Ayer mismo Pascual Sala, ex presidente del Consejo del Poder Judicial, aclaraba que "las críticas a la sentencia del caso Marey no deben escandalizar" y que "el hecho de haber sido presidente del Gobierno no impide en absoluto" que Felipe González asuma la defensa.La Sala de Vacaciones del Supremo ha decidido pasar a la Sala Segunda los recursos de aclaración presentados por los condenados. Hasta septiembre, pues, no habrá resolución alguna.