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El derrumbamiento de un dique en el mayor río de China causa más de 200 muertos

Las peores inundaciones en más de 30 años que azotan el centro y sur de China causaron en los últimos cuatro días centenares de nuevas víctimas después de que la fuerza de las aguas del río Yangtzé rompiera unos de los diques de contención en la provincia central de Hubei. Las autoridades, que hasta ahora se habían mostrado muy avaras en difundir información, confirmaron ayer que al menos 200 personas perecieron el sábado por la noche, la mayoría soldados, mientras intentaban proteger uno de los diques que posteriormente reventó.

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Aguas peligrosas

Oficialmente se anunció el pasado lunes que se había procedido a efectuar la voladura de los diques para impedir que la fuerte crecida afectara las zonas habitadas. No se descarta que esa operación haya sido la causa de la tragedia, según señalaron en Hong Kong varias organizaciones humanitarias.El suceso ocurrió en el distrito de Jiayu, 70 kilómetros río arriba de la ciudad industrial de Wuhan, de 7 millones de habitantes, donde el Yangtzé, el río más largo de China y el tercero del mundo después del Amazonas y el Nilo, ha sobrepasado el nivel de las aguas considerado como peligroso debido a las lluvias torrenciales que golpean el país este verano. El nivel del río ha batido ya marcas históricas. Ayer había subido más de dos centímetros para colocarse en 29,97 metros.

Para justificar la voladura, las autoridades argumentan que el desbordamiento del Yangtzé en Wuhan habría tenido consecuencias aún mayores si no se hubiera acometido tal acción. Según el diario local Yangcheng Wanbao, el dique reventado protegía los cantones de Paizhu y Hezhen. El muro se rompió en más de 700 metros e inundó un área de 100 kilómetros cuadrados.

Cerca de cinco millones de soldados y brigadas civiles trabajan día y noche colocando sacos terreros en los diques del Yangtzé ante el temor de un grave desbordamiento durante este mes de agosto, cuando suelen azotar a China tifones y huracanes. Once diques pequeños fueron destruidos con dinamita cerca de Xianning inundando unas 10.000 casas y causando grandes pérdidas económicas. Operaciones similares se han realizado río arriba en la región del lago Dongting y a lo largo del Jingjiang, un afluente del Yangtzé, para proteger a los habitantes de Wuhan.

"La situación sigue siendo extremadamente seria y previsiblemente continuará así durante más tiempo", informó un despacho de la agencia oficial Nueva China. Y para agregar más desgracias, las previsiones meteorológicas son muy pesimistas a la espera de la llegada del tifón Otto, que ya ha azotado la isla de Taiwan.

Doce provincias y regiones autónomas, la mayoría situadas en el margen del Yangtzé, han sufrido este año varias catástrofes naturales, además de las inundaciones, agravadas por la influencia del fenómeno de El Niño. Este azote ha afectado a 300 millones de personas (una cuarta parte de la población) y provocado 17 millones de damnificados. Los desastres naturales han causado más de 2.500 muertos y unos 3 billones de pesetas.

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