Dos partos y un mal reparto
Un hospital estadounidense reconoce que hace tres años confundió de madre a dos recién nacidas
La historia de los dos bebés intercambiados por error en un hospital de EEUU hace tres años -la confusión fue revelada el pasado viernes- dio ayer un nuevo giro dramático con la información que ofrecía en portada el diario USA Today: los padres de una de las niñas murieron el 4 de julio en un accidente de tráfico. El hospital en el que se produjo el error -el Centro Médico de la Universidad de Virginia- asegura que los médicos pusieron etiquetas a los recién nacidos. Eso contradice la principal acusación de los abogados de Paula Johnson, la mujer que descubrió por casualidad que la niña que sacó en brazos del hospital después del nacimiento no era su hija biológica.Hace algunos meses Johnson acudió a los tribunales porque su novio, del que se había separado, se negaba a aumentar la pensión semanal que enviaba para la manutención de la hija que los dos tuvieron hace tres años. El juez decidió que el primer paso de esa batalla legal debía ser una prueba de ADN al padre de la niña para que los resultados le obligaran a asumir sus obligaciones con la pequeña Callie, una niña rubia de ojos azules y mirada pícara.
Los resultados demostraron que el novio de la joven no era el padre de Callie. Paula, asombrada, decidió someterse también a una prueba de ADN que confirmó lo mismo.
Los abogados de Johnson se pusieron en contacto con el Centro Médico de la Universidad de Virginia en el que Callie nació el 29 de junio de 1995. Otra familia -la biológica de Callie- debía estar criando a la hija de Johnson.
Los archivos del hospital mostraban que otras dos niñas nacieron ese mismo día en el hospital. La noticia saltó entonces a la prensa y llegó a los oídos de los padres de una de esas dos niñas, antes incluso de que el hospital se pusiera en contacto con ellos. Las pruebas de ADN les permitieron suspirar al corroborar que no era su hija la que había sido intercambiada.
Faltaba por conocer la identidad de la familia que vivía con una hija sin saber que tampoco era la suya. Dado que sólo hubo tres nacimientos de niñas ese mismo día, el hospital supo de quién se trataba una vez descartada una de las posibilidades.
Los responsables del centro habían guardado celosamente la identidad de los otros padres para evitar que fuera conocida por la madre de Callie; el hospital, por recomendación de su equipo de abogados, había decidido que fuera un juez quien dictaminara cómo debían conocerse las familias de las niñas intercambiadas, y qué procedimiento debían seguir si querían recuperar la custodia.
Accidente
Ahora el Usa Today ha ofrecido el dato que complica aún más el incidente: el diario ha descubierto la identidad de la segunda niña y, con ello, ha conocido que sus padres -en realidad, los biológicos de Callie- fallecieron en accidente de tráfico el pasado 4 de julio, sin saber que aquella niña no era la suya.Hay múltiples dudas legales. ¿Se debe pactar un simple intercambio? ¿Debe ser la madre de Callie quien se haga cargo de las dos niñas, es decir, de su hija biológica y de la niña a la que creía su hija, ahora huérfana? Los abuelos de la niña que ha perdido a sus padres han anunciado que piensan reclamar la custodia de las dos niñas, y es posiblemente la misma intención que tiene Johnson. También hay dudas éticas: ¿son tan fuertes los lazos biológicos como para separar a una niña de tres años de la madre que la ha criado?
Paula Johnson asegura que pasaron horas desde el parto hasta que los médicos o las enfermeras del hospital pusieron en su muñeca la pulsera reglamentaria que permite la identificación de los bebés. Thomas Massaro, jefe de personal, aseguró que la acusación de Johnson es falsa: se siguió el procedimiento habitual y su bebé fue etiquetado momentos después de nacer. La policía investiga el caso.
El caso es prácticamente inédito. En los últimos 15 años se han dado 101 casos de bebés robados en centros médicos de EEUU tras el nacimiento, pero sólo hay dos casos documentados de niños intercambiados por error en su identificación.
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