Seis pianistas se miden en las semifinales de Santander
Los seis semifinalistas del Concurso Internacional de Piano de Santander Paloma O"Shea son un manojo de nervios por dentro y por fuera. Alexei Volodin (Rusia), Albert Tiu (Filipinas), Yung Wook Yoo, Jong Hwa Park (Corea), Plamena Assenova Mangova (Bulgaria) y Gustavo Díaz Jerez (España) afrontan desde el domingo hasta hoy la prueba final de lo que puede ser el salto definitivo de sus carreras. El que gane tiene aseguradas, además de seis millones de pesetas, 140 actuaciones por todo el mundo en los próximos tres años, que, bien aprovechadas, según el español Díaz Jerez, "pueden consolidarte como pianista internacionalmente". Hoy se dan a conocer los tres finalistas que el jueves por la noche disputarán la última prueba para un concurso que cumple 25 años y 13 ediciones.El domingo pasaron ante el jurado Tiu, Volodin y Yoo. Los análisis señalaban a este último como seguro finalista a tenor de la prueba con orquesta y a falta del recital, que se celebra hoy y que se convertirá en un maratón donde los seis semifinalistas actuarán uno tras otro en el Palacio de Festivales de Santander, sede del concurso, con entrada libre. Después de la prueba, el jurado, presidido por el director español Antoni Ros-Marbà, a eso de las 23.30 horas dará a conocer a los finalistas.
En las apuestas, aparte de Yoo figuran su compatriota Park y el tinerfeño Díaz Jerez. El histerismo cunde en el palacio, en la escuela de naútica donde ensayan y en la residencia donde se hospedan. El ruso Volodin no quiere ni ver cómo lo hacen sus compañeros. "Cuando acabo de tocar me marcho. No quiero oírlos. Me dan miedo", afirma este ruso de 21 años.
Mozart
Volodin ha elegido Mozart, el Concierto nº 26 en re mayor para la semifinal, al igual que todos sus competidores masculinos, que también han elegido al compositor austriaco. La única que lleva la contraria en esta prueba es la búlgara Assenova Mangova, quien a sus 18 años se enfrentó ayer a Beethoven en el Concierto nº 1 en do mayor op. 15 tras pasar el día custodiada, ensayando bajo las indicaciones de una profesora ojerosa y con cara aterrada, que rogaba por favor que nadie interrumpiera a la artista.A estas alturas de competición saltan chispas. Según Félix Palomero, del comité organizador, "muchos de ellos ni se habían planteado que podían llegar hasta la fase final y andan cansados y como locos ensayando lo que tenían menos preparado".
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