Con el mismo patrón

El remo se despereza y pone en funcionamiento un gigantesco engranaje que moviliza a multitud de gentes del litoral vasco. El carrusel de regatas está en curso. La presente temporada de traineras repartirá la friolera de 70 banderas, una cifra que se incrementa año tras año. La localidad de Orio se paraliza, otro tanto ocurre con Pasaia, cada vez menos en Hondarribia y San Sebastián, pero irrumpe Zarautz. Aunque la cátedra defiende que una temporada nunca es igual a la siguiente, este verano las regatas de traineras tienen el mismo patrón. Orio descuella y a bastantes paladas de distancia viene el resto. El interés por conocer el club hegemónico del verano de 1998, por lo tanto, se reduce sensiblemente. Ahora bien, no es menos cierto que tratándose de un deporte donde confluyen tantos factores externos al deportivo "puede pasar cualquier cosa y la historia está para demostrarlo", asegura Juan Mari Lujanbio, patrón de Donibaneko y poseedor de varias banderas de La Concha. Orio sale a escena con una tripulación veterana y experimentada, que ha fundamentado su preparación en el banco móvil, donde han reeditado títulos en las pruebas más prestigiadas. La ausencia del patrón José Luis Korta, fichado por Castro Urdiales, no ha trastocado un ápice su progresión ascendente. Allí donde reman, ganan. La San Nicolás, nombre de la trainera oriotarra, es, hoy por hoy, muy superior al resto de sus adversarios. Trincherpe se paraliza Donibaneko y Koxtape han confirmado que el buen tono con que culminaron la pasada temporada tiene continuidad en ésta. Las sorpresas se llaman Hondarribia, San Pedro, Trincherpe y Zarautz. Las dos primeras se hunden y, por contra, las dos últimas están causando una sensación muy positiva. Trincherpe está trabajando a conciencia, con mucho mimo, en la preparación de la trainera, como lo prueban los excelentes resultados obtenidos en bateles y trainerillas con la consecución del campeonato vasco. La embarcación de Illumbe tiene paralizado a todo el barrio de Trincherpe. Es un aspirante a tener muy en cuenta. En un escalafón inferior se hallan clubes como Zumaia, Hernani, Donostia Arraun o las embarcaciones vizcaínas, que no terminan de superar la crisis que vive el remo en esta provincia desde hace casi media década. Fuera del País Vasco, la amenaza gallega, que no acaba de cristalizar, sigue latente. La tripulación de San Juan de Tirán es la eterna alternativa a la hegemonía vasca. Su participación en las dos últimas ediciones de La Concha le han permitido emparejarse con las mejores traineras del Cantábrico. Hasta la fecha han sumado cinco banderas, una muestra de la evolución que traen los gallegos este año. Tampoco desmerece el papel que puede realizar Castro, ahora con Korta como remero-patrón-entrenador. Su trabajo durante el invierno ya está dando frutos en forma de banderas, aunque de segunda división. Aunque su objetivo no está fijado en codearse con las grandes embarcaciones vascas, Korta y Castro han empezado una siembra cuyos frutos se verán no muy tarde. La temporada de remo en aguas del Cantábrico está marcada por el continuismo; no se esperan grandes sorpresas. Otro tanto ocurre con los materiales, dado que las traineras de fibra se imponen de nuevo sobre las fabricadas en madera. Su elevado coste, unos dos millones de pesetas, es un garante de la fiabilidad de este material sintético, que mejora las prestaciones de la remada por cuanto su rigidez reduce el rozamiento con el agua. Además, se construye con más facilidad y su vida media es más larga. La Liga vasca de traineras, que cumple su quinta edición, comienza mañana su andadura en Hondarribia con la presencia de las 11 embarcaciones clasificadas: Orio, San Pedro, Koxtape, Portugalete, Santurtzi, Elantxobe, Illumbe, Donibaneko, Zarautz, Zierbana y Donostia Arraun. En seis pruebas se decidirá el vencedor de esta competición a la que los clubes poderosos no le han prestado la atención debida, aunque con el paso del tiempo ha ido adquiriendo más interés por la posibilidad que ofrece a determinadas embarcaciones para tomar parte en regatas de prestigio. El vivero de Pasaia La bahía de Pasaia es para el remo lo que en fútbol Zubieta y Lezama son para la los equipos de la Real Sociedad y el Athletic, respectivamente. Actualmente, el foco de población comprendido en los cuatro distritos de Pasaia (San Juan, San Pedro, Ancho y Trincherpe) registra un nivel de producción de remeros desproporcionado por su abundancia. 17.300 habitantes dan para sacar al agua tres embarcaciones punteras en el concurso traineril. Son los santos pasajes del remo. Dejando a un lado a San Pedro, que este año ha renovado gran parte de su cuadrilla y está en pleno proceso de transformación, Donibaneko y Koxtape, ambos de San Juan, y Trincherpe están llamadas a poner en tela de juicio la supremacía de Orio. La Erreka de Koxtape se perfila como la gran aspirante al segundo puesto. Durante el verano, en plena competición, la ría de Pasaia se convierte a media tarde en un trasiego constante de traineras en entrenamiento. Muchos días desde el muelle se contabilizan hasta 10 botes saliendo a alta mar, lo que prueba la fertilidad remera de este privilegiado reducto del remo vasco.