Italia aprueba un plan para frenar la inmigración de clandestinos

El Gobierno italiano aprobó ayer un plan para frenar la llegada masiva e incesante de inmigrantes clandestinos, y que además contemple la regularización de las cerca de 300.000 personas que viven en Italia de manera irregular. El flujo de inmigrantes que en las últimas semanas ha llegado a a las costas de las islas de Lampedusa y Pantellería y de la región de Puglia ha obligado al Gobierno a adoptar medidas "severas", aunque la oposición las ha calificado de " coladero". Con el Documento programático sobre inmigración que aprobó el Consejo de Ministros, el Gobierno de centro-izquierda de Romano Prodi pretende convertir las fronteras en "impenetrables" y regularizar la situación de los 230.000 inmigrantes que según el Ministerio del Interior no tienen sus papeles en regla. Según la Liga Norte, el número de inmigrantes ilegales es mayor al citado, pero el ministerio teme alarmar a la población con una cifra más alta. Fuentes ministeriales precisaron que no todos los inmigrantes tendrán derecho al permiso de residencia, y que se concederá a quienes hayan encontrado trabajo o demuestren que están a punto de obtenerlo, a quien desempeñe un trabajo autónomo, o a quien esté por motivos de estudios o con familiares viviendo en el país. La derecha, en la oposición, alegó al criticar estas medidas que algunas son "un coladero" para los extracomunitarios, que es como se llama a los inmigrantes que proceden de África, el Sureste Asiático y Latinoamérica.