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El "boom" de cremaciones en Sevilla evita construir un nuevo cementerio

No se sabe si hay vida después de la vida, pero los muertos sacan a los vivos de más de un apuro. Los nuevos usos funerarios de los sevillanos, que en más de un 40 por ciento -porcentaje superior a la media europea- prefieren la cremación al enterramiento convencional, le han ahorrado al Ayuntamiento la ocnstrucción de un nuevo cementerio, aunque Soledad Becerril, la alcaldesa, anunció ayer la convocatoria de un concurso entre arquitectos para ampliar el actual camposanto.

El concurso se convoca con unas finalidades muy concretas: aprovechar el único espacio disponible con que se cuenta en el cementerio para encontrar dos hectáreas y media útiles para enterramientos -con una media aproximada de 1.500 por hectárea con unas proporciones de 2,30 por 0,95 para cada unidad-, amén de un nuevo horno crematorio, una cafetería, ocho locales comerciales, tres salas de espera y una para duelos y responsos. El Ayuntamiento no renuncia a buscar en el futuro una nueva ubicación para la población cesante, pero el incremento de las cremaciones, cuyas cifras se han disparado en los últimos años, ha permitido a la Corporación seguir trabajando en el mismo escenario. Le piden a los arquitectos que concurran al anteproyecto un modelo de edificaciones acordes con el espacio, con el paisaje y los materiales, con la arquitectura decimonónica que sirvió de modelo a esta construcción fúnebre. "Tienen que ser unas instalaciones modernas, funcionales, respetuosas, una arquitectura que respire y transmita serenidad, reposo, sosiego y belleza". La última ampliación del cementerio de San Fernando, donde están enterrados Juan Belmonte y Antonio Machín, se produjo en 1968. El ganador del concurso tendrá derecho a redactar el proyecto definitivo, que habrá de ajustarse a un presupuesto que no exceda de los 250 millones de pesetas; buscando úna analogía próxima en el tiempo y en el espacio y perteneciente al reino de los vivos, la mitad de lo que percibirá por temporada Denilson. El concurso prevé sendos premios de consolación, dos accésit de 500.000 y 250.000 pesetas. Obras Junto a los criterios arquitectónicos y estéticos, el equipo que se encargue del proyecto de ampliación del cementerio tendrá que acometer las obras de alumbrado y alcantarillado y permitir el paso por su viario de un colector de Emasesa que garantice el suministro del agua. En relación con las obras que se realizan en una calle cualquiera, sólo faltan el gas y el teléfono, totalmente prescindibles en el llamado jardín de los callados. El proyecto prevé enterramientos tanto de tierra como de pared, aunque tendrán prioridad los primeros. Los restos de los cadáveres que son objeto de cremación se depositan en columbarios que ocupan mucho menos espacio que las sepulturas convencionales. Los responsables municipales quieren respetar la actual ubicación del cementerio judío, enclavado en el mismo ámbito de San Fernando. Soledad Becerril sabe de la existencia de una serie de proyectos privados de cementerio en diferentes puntos de la ciudad. Se trata de un sector que se ha liberalizado, aunque el Ayuntamiento lo sigue considerando un servicio público atendido por empleados municipales. Los familiares de los futuros usuarios de las nuevas plazas tendrán que cambiar una inveterada costumbre. La entrada ya no será por la rotonda, sino por un acceso alternativo, situado junto a la carretera de Brenes. Soledad Becerril negó que le gusten más los cementerios que los casinos. La alcaldesa dijo que fue una decisión unánime de la Junta de portavoces -incluido el PA- la de oponerse al proyecto de casino. "No nos parecía de recibo tener un casino junto a una zona residencial o cerca de un centro universitario. Cuando se presentaron las ofertas, los andalucistas cambiaron de opinión, no sé por qué". Junto a la ampliación del cementerio, Becerril anunció la próxima aparición de un libro sobre parques y jardines de los que pueden disfrutar los vivos.

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