Pujol pedirá a Aznar que frene el intento del PP de usar el "caso Marey" contra González

Jordi Pujol pedirá hoy a su aliado José María Aznar que el Gobierno del PP se esfuerce en evitar un rebrote de la crispación política a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso Marey, el primero de los juicios sobre la guerra sucia contra ETA. En su décimo encuentro en La Moncloa, Pujol reclamará a Aznar que frene todo intento del PP de utilizar ese caso como arma arrojadiza contra el expresidente socialista Felipe González. Aznar no lleva ese asunto en su agenda, pero, si se aborda, replicará que el Gobierno ni está en pelea con el PSOE ni responderá a sus ataques.

Jordi Pujol no recordará a José María Aznar que los nacionalistas catalanes nunca han estado de acuerdo con el modo como se está juzgando política y socialmente a los responsables de Interior en la época socialista, pero sí le advertirá contra cualquier tentación de enturbiar de nuevo el clima político con otra andanada de acusaciones hacia Felipe González a propósito de los GAL.CiU teme que la sentencia del caso Marey reabra una etapa de crispación y pesimismo en el país, que comprometa la estabilidad política e incluso las expectativas de desarrollo económico. Este temor se ha hecho patente esta semana en los dos partidos coligados en CiU. Las direcciones de Unió y de Convergència constataron por separado el lunes ese riesgo y acordaron enviar al PP y el PSOE sendos mensajes de prudencia y responsabilidad.

Aznar y Pujol constatarán hoy en su almuerzo en La Moncloa la buena marcha de las negociaciones entre el Gobierno y CiU sobre los Presupuestos de 1999. Tras esta cita, comparecerán ante la prensa Pujol y el ministro portavoz, Josep Piqué. Los criterios básicos de esas cuentas del Estado ya fueron bendecidos el lunes, en Madrid, en una reunión entre el vicepresidente Rodrigo Rato, de un lado, y el consejero de Economía de la Generalitat, Artur Mas, y el portavoz parlamentario de CiU, Joaquim Molins.

El presidente catalán también expresará a Aznar la preocupación de CiU respecto al decreto preparado por el Ministerio de Fomento para regular la implantación de la televisión digital terrestre en España, que ha sido rechazado y tachado de imprudente por todas las televisiones. Igual que los socialistas, CiU quiere que este nuevo sistema de televisión se implante por consenso y no por decreto. Pujol pedirá a Aznar que el Gobierno reconsidere ese proyecto y que, tal como piden los operadores de televisión, dé un plazo superior a los diez años previstos por Fomento para la extinción total de la actual tecnología analógica y su sustitución por la digital terrestre. Este proceso obligará a las cadenas a realizar importantes inversiones, así como a 12 millones de familias a cambiar sus receptores o adaptarlos para seguir recibiendo emisiones televisivas.

Al margen de los asuntos que sugiera Pujol en la conversación, el presidente del Gobierno no tiene previsto en su agenda charlar sobre el fallo del caso Marey. Fuentes de La Moncloa ratificaron ayer que, si Pujol aborda al final esa cuestión, Aznar repetirá la posición oficial del Ejecutivo,que expresó él mismo el sábado en Lisboa: "El Gobierno no está en pelea con nadie. Aquí hay una situación en la que el PSOE es el que lanza diatribas indiscriminadas contra todo lo que se asoma y no ha tenido respuesta ni la va a tener". En el Gobierno destacan en ese punto una nueva llamada a la responsabilidad al PSOE, del que valoran su importancia por sus militantes, dirigentes y votantes y porque en el futuro puede volver a gobernar.

Aznar sí aprovechará para sondear a Pujol sobre su proyecto de reforma de la Justicia, que en el PP ligan al inicio de un nuevo curso político en septiembre. Aznar abordará este objetivo entonces con los demás líderes y con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. En ese sentido, presumirá en ese punto del impulso acordado por ejemplo en el último Consejo de Ministros, cuando se dotó a diversos estamentos judiciales de más medios materiales y humanos.