Decenas de muertos en la reconquista serbia del terreno ocupado por rebeldes kosovares

Las fuerzas de seguridad serbias aseguran controlar todo Orahovac. Hay disparos aislados desde posiciones del Ejército de Liberación Kosovo (ELK). Son varios los testigos que dicen que el centro de esta localidad de 20.000 habitantes está en manos de la policía especial de Belgrado, pero no todos sus alrededores. La reconquista ha sido muy difícil y sangrienta. Los combates duraron dos días. Han muerto decenas de personas entre militares, guerrilleros y civiles. La guerrilla del ELK secuestró en su retirada a 50 agentes serbios y se los llevó a Malisevo.

La Operación Orahovac, la primera ciudad de Kosovo que el ELK trató de conquistar por las armas, ha sido un fracaso desde el punto de vista militar. La policía especial serbia -que cuenta con carros de combate y artillería- los expulsó del centro tras encarnizados combates durante el fin de semana. Los guerrilleros no pudieron tomar la comisaría ni mantener el control de la ciudad. La lucha se ha desplazado ahora a los pueblos de los alrededores: Sabnic, Belacrk, Drenoc, Gornji y Donji Potocan. Un militar serbio razona los motivos de su ataque: "No la podíamos dejar caer, no por su importancia estratégica, sino por su significado político". El ELK confirma combates en los alrededores y acusa a Serbia de usar artillería pesada.Orahovac, próxima a la frontera con Albania, al sur de Kosovo, a 60 kilómetros de Pristina, es una reproducción a escala de la región. Los kosovares -étnicamente albaneses- representan el 80% de los 20.000 habitantes. Las relaciones entre las dos comunidades son extremadamente difíciles. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dice que son miles los que han huido de los combates. Su situación es desesperada.

Varios diplomáticos occidentales que se encuentran en Pristina esperaban ayer el permiso de Belgrado para visitar Orahovac y trasladar su evaluación al Grupo de Contacto (compuesto por EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia). La preocupación es grande. El Ministerio de Exteriores francés realizó ayer un llamamiento a ambas partes para que moderen sus acciones y no emponzoñar la vía negociadora.

No hay un balance fiable de muertos. Las fuerzas de seguridad serbias hablan de 30 guerrilleros fallecidos. Los periódicos de Belgrado elevan ese balance a 110. El ELK no ofrece datos. Los muertos civiles se cuentan por decenas. Hay muchas casas destruidas. Se desconoce el número de bajas en las filas serbias. En lo único que hay coincidencia es en reconocer que la guerrilla kosovar se llevó en su retirada a 40 agentes de policía. Son rehenes en Malisevo, una localidad en manos del ELK.

Orahovac tiene una clara lectura militar: la guerrilla carece aún de capacidad para tomar y mantener el control de una ciudad. Junto a ese revés, hay otra lectura política que apunta que el ELK es cada vez más atrevido en sus acciones y que ha desplazado del centro del debate al moderado Ibrahim Rugova.

"No me preocupa lo vivido aquí [Orahovac]", dice un alto oficial serbio, "lo que me preocupa es que vamos a tener una escalada muy pronto en toda la provincia". Belgrado está convencido de que el ELK ha adquirido miles de minas anticarro y que las está usando para bloquear todos los accesos a las zonas que controla en el Oeste.

Estados Unidos trata de retomar la iniciativa diplomática. El enviado especial del presidente Clinton, Robert Gelbhard, se reunió ayer en La Haya con los principales líderes de la oposición serbia. El objetivo es que olviden sus rencillas y formen un bloque capaz de competir en unas elecciones con el partido de Slobodan Milosevic.

En Albania se viven los últimos sucesos, muy próximos a su frontera, con aprensión. El Ministerio de Defensa ha realizado un llamamiento a sus tropas para que estén prestas a defender la soberanía nacional, pero al mismo tiempo les advirtió para que no caigan en provocaciones que extiendan el conflicto kosovar.