Israelíes y palestinos desbloquean el proceso de paz y se comprometen a seguir dialogando
El proceso de paz ha quedado formalmente desbloqueado. Israelíes y palestinos se sentaron ayer frente a frente durante tres horas y media, reiniciando así el diálogo interrumpido hace 16 meses. Las dos delegaciones acordaron iniciar una ronda de negociaciones maratonianas, en un intento de llegar a un acuerdo sobre el principal punto en desacuerdo: el repliegue del Ejército israelí en Cisjordania. La reunión se vio precedida por el sobresalto de un supuesto atentado frustrado en el centro de Jerusalén, donde fue descubierta una camioneta cargada de explosivos.
"Hemos discutido todas las cosas importantes y continuaremos haciéndolo, con la esperanza que las nuevas ideas nos permitan encontrar soluciones". Con este lacónico mensaje el número dos del Gobierno palestino y uno de los hombres de máxima confianza de Yasir Arafat, el negociador Mahmud Abás, Abu Mazen, resumía para la prensa internacional el resultado de más de tres horas de diálogo con la delegación israelí, que encabezó el ministro de Defensa, Isaac Mordejai. El diálogo, iniciado a instancias de la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albrigth, se efectuó en un hotel de Tel Aviv, teniendo como único testigo, al embajador de Estados Unidos en Israel, Edward Walker, quien acatando fielmente las consignas recibidas de la Casa Blanca no intervino en la conversación y dejó así a las dos delegaciones encontrarse, por primera vez en muchos meses, "cara a cara"."Hemos procedido a un amplio intercambio de puntos de vista y vamos a reunirnos a menudo", añadió en el mismo tono lacónico del ministro de Defensa, uno de los hombres más dialogantes y abiertos del Gabinete de Benjamín Netanyahu. Mordejai, ex militante del laborismo, se ha reciclado en los últimos años en las filas del partido Likud, desde donde ha venido impulsando y reivindicando la vía del diálogo y del proceso de paz.
Ambas delegaciones se comprometieron a formar "pequeños equipos", que de una manera más ágil y operativa, celebrarán a partir de hoy una serie de interminables y maratonianas conversaciones en las que se analizarán los obstáculos que impiden que Israel se repliegue en un 13% del territorio de Cisjordania, acatando así el acuerdo aceptado por los palestinos a propuesta de EEUU.
Diez horas antes de que las dos delegaciones se reunieran en Tel Aviv, la policía abortó un atentado en el centro de Jerusalén, muy cerca de donde el año pasado dos bombas provocaron 26 muertos y centenares de heridos. El atentado quedó frustrado de manera casual al incendiarse la camioneta que un supuesto militante de Hamás conducía por una céntrica calle de la Ciudad Santa.
El incendio de la camioneta, que contenía bombonas de gas y al parecer también explosivos, provocó la alarma de los vecinos que fueron rápidamente evacuados. Las últimas informaciones policiales aseguran que el conductor es vecino de un campo de refugiados de Ramalá, que tenía prohibida su entrada en Jerusalén y cuya militancia en la organización integrista Hamás es conocida.
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