El incremento del consumo se contrapone al descenso en cinco puntos del ahorro

El consumo goza de buena salud en Euskadi. El indicador de valoración del momento de compra ha experimentado un incremento de nueve puntos, tras el parón de diciembre. De esta manera se consolida al alza la mejora de la demanda iniciada en junio de 1997, aunque la expectativa de ahorro ha decrecido en cinco puntos, tras crecer desde 1994. El Índice de Confianza del Consumidor, elaborado semestralmente por las cajas vasconavarras, subió en el primer semestre cuatro puntos, alcanzando el nivel más alto de los últimos 13 años.

Las positiva percepción de los consumidores vascos respecto de la situación económica se ha traducido a lo largo del primer semestre en una mejora sustancial de las perspectivas de compra. Por primera vez, los valores del índice son positivos al mismo tiempo en las tres provincias. Sus cinco componentes aumentan, aunque el indicador más dinámico que mayor avance experimenta en todos los casos es el del momento de compra, con incrementos entre 9 y 16 puntos. Las probabilidades de compra, sobre todo de bienes duraderos, aumentan todavía más a medio plazo, hecho que permite augurar un repunte de la demanda privada durante la segunda mitad del ejercicio. Todos los componentes del índice, salvo el de las expectativas económicas del país, mejoran en el último semestre. A lo largo de ese periodo aumentaron las probabilidades de adquisición de diferentes bienes, a pesar de que el componente estacional sea más fuerte para alguno de ellos. De esta forma, mejoraron las probabilidades de compra de bienes duraderos como la vivienda o el coche, mientras que perdió puntos la posibilidad de adquirir frigoríficos, vídeos, televisiones y electrodomésticos de todo tipo. Las perspectivas de compra de los consumidores vascos aumentan de cara a la segunda mitad del ejercicio, con una mejoría que alcanza los 12 puntos con respecto al semestre anterior. Este dato, que coincide también con la tendencia general registrada en España y Europa, permite vaticinar el crecimiento a medio plazo de la demanda de las familias vascas. El crecimiento del consumo coincide con un descenso paralelo del ahorro y un empeoramiento de la situación financiera de las familias vascas. El índice de expectativas de ahorro de junio pierde cinco puntos, después de crecimientos sostenidos desde diciembre de 1994, y supone un punto de inflexión en la tendencia coherente con los demás indicadores. Asimismo, la situación financiera de las familias empeora en siete puntos y regresa a los niveles de finales de 1996. Además, ha disminuido la percepción por desempleo y se mantiene la inseguridad del puesto de trabajo.