La sangre donada en el Reino Unido será tratada para evitar contagios

Toda la sangre donada en el Reino Unido va a ser tratada para evitar la posible transmisión, a través de los glóbulos blancos, de la proteína causante de la nueva modalidad del mal de Creutzfeld-Jakob, equivalente humano de la enfermedad de las vacas locas.

Tres de los 27 fallecidos hasta la fecha en el país por ingerir carne de res infectada eran donantes. Según cálculos del comité científico que asesora al Gobierno acerca de la encefalopatía bovina, hasta 80.000 nuevos donantes podrían ser en estos momentos portadores de la nueva variante.

En consecuencia, uno de cada 125 pacientes necesitados de una transfusión estaría en peligro de contagiarse. "A la vista de estas hipotéticas cifras, hemos decidido extraer los glóbulos blancos de todas las donaciones", han dicho los responsables sanitarios.

No es infalible

El propio comité ha advertido, no obstante, de que el método utilizado para separarlas no es infalible. Pruebas similares llevadas a cabo en Estados Unidos han demostrado que la sangre así purificada puede no quedar libre de infecciones. "Si pensamos que el riesgo de contraer, mediante una transfusión, el mal de Creutzfeld-Jakob es remoto, las medidas adoptadas son suficientes", señalaron ayer portavoces gubernamentales.Stephen Dealler, uno de los primeros microbiólogos que alertó sobre la aparición de la nueva forma del mal, ha advertido de que miles de personas pueden resultar infectadas de no actuar con prontitud.

En febrero pasado, Sanidad misma atendió otro de los consejos del comité científico. Prohibió el uso del plasma británico para la fabricación de derivados sanguíneos. A partir del próximo mes de septiembre, las nuevas remesas llegarán de Estados Unidos. El ministerio ha vuelto a recordar, de todos modos, que donar sangre sigue siendo vital. "El peligro de morir por falta de una transfusión es mucho mayor que el de contraer la encefalopatía", repiten sus portavoces.