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Las pesquisas sobre la red pedófila se extienden a Bélgica, Alemania y Portugal

La policía holandesa pide a los ciudadanos colaboración para obtener pistas

Las pesquisas sobre la red pedófila descubierta el pasado miércoles en Holanda establecen indicios de conexiones en Bélgica, Alemania y Portugal. La imagen de un adolescente alemán desaparecido figura tanto en las fotos que difundió por Internet el grupo pedófilo holandés como en las capturadas en Bélgica el pasado junio y de cuya aprehensión se informó ayer. La policía holandesa ha hecho público un teléfono para que los ciudadanos aporten pistas. Los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania y Austria pidieron ayer "castigo ejemplar" y "acción firme".

, En Bélgica, la policía informó ayer de la detención de "al menos cinco personas" tras una investigación emprendida el mes pasado en Alost, en el centro del país, en la que se han requisado fotos de "340 menores", algunas de carácter pedófilo. Entre esas imágenes, la de Manuel Schadwald, un adolescente alemán desaparecido en 1993 y cuyo nombre figura en las pesquisas de la policía holandesa sobre la red de la localidad de Zandvoort, cerca de Amsterdam. Para las autoridades belgas, puede haber conexión delictiva entre Holanda, Bélgica, Alemania y Portugal.El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel, declaró ayer que las pistas holandesas "conducen también a Alemania" y que "los responsables deben ir a prisión, y quienes estén al corriente y los clientes deben también ser castigados ejemplarmente". El ministro austriaco de Asuntos Exteriores, Wolfgang Schuessel, señaló ayer que el descubrimiento de Holanda "prueba una vez más qué urgente es una acción firme y unida a escala europea. No es aceptable que la pornografía infantil, a través de Internet, alcance tal dimensión".

La policía holandesa abrirá una línea telefónica para recibir información sobre la red que distribuía brutales imágenes de pornografía infantil. Algunos de los niños víctimas de los abusos eran casi bebés, y muchos no superaban los dos años.

Después de que un programa de la televisión pública holandesa VARA revelara el pasado miércoles algunas imágenes, la policía reconoció que llevaba tiempo investigando la red y que tiene en su poder mucho material hallado en Zandvoort, tras registrar el piso de Gerrit Jan Ulrich, uno de los supuestos líderes de la red, asesinado en junio en Italia. Las autoridades fueron alertadas por familiares del fallecido que tenían razones para creer que Ulrich, de 49 años y de origen alemán aunque con nacionalidad holandesa, estaba involucrado en este tipo de negocios.

Críticas a la policía

La policía holandesa ha sido duramente criticada en el diario Algemeen Dagblad por una cuñada de Ulrich, que asegura que quiso darles más información sobre las actividades de su pariente. "Nadie podía ni quería ayudarme", dice. La policía no ha querido pronunciarse sobre estas acusaciones, pero ha reconocido que en la primera entrada que hizo en la vivienda a petición de los familiares no registró nada ni trataron de acceder a la información del ordenador hallado allí. "Creíamos que se trataba de pornografía normal, por lo que no había razones para investigar más profundamente", dijo un portavoz. La entrada en la casa se hizo en compañía de los familiares que temían que, por las actividades ilícitas de Ulrich, la vivienda fuera asaltada por miembros de la red.Sólo en un tercer registro en el piso, realizado después de detener a dos mujeres que por primera vez hablaron de pornografía infantil, la policía se incautó del material digital. Ya las primeras imágenes dieron idea de la brutalidad de las miles de fotografías almacenadas en el ordenador y en decenas de disquetes: niños de corta edad, salvajemente violados. Por esta razón el prestigioso programa informativo que reveló el escándalo decidió no emitirlas. Un psiquiatra infantil aseguró durante la emisión que los niños tenían que estar sedados "porque no parecían reaccionar a los brutales abusos a los que estaban siendo sometidos" y calificó las imágenes como las más espantosas que había visto.

La información llegó a la televisión holandesa a través de la asociación belga de lucha contra la pedofilia Monkhoven, que asegura que tiene unos 10.000 documentos gráficos. Cómo llegaron las fotos a la asociación no está muy claro. Según su portavoz Marcel Vervloesem, sus detectives privados las consiguieron entrando en casa de Ulrich, pero no se sabe cuándo. Algunos periódicos holandeses barajan la hipótesis de que el propio Ulrich se las hiciera llegar antes de morir.

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