Del agua a las llamas
Las 46 familias portuguesas que sufrieron ayer las consecuencias del incendio que se desató frente a sus chamizos tienen una historia plagada de accidentes desde que llegaron a San Fernando de Henares. Una crecida del río Jarama, en 1991, acabó con su barrio de chabolas. Tuvieron que emigrar al páramo cercano a Los Berrocales. Desde entonces, esperan que las instituciones les realojen en viviendas dignas. En 1991, la Comunidad se comprometió a construirles casas prefabricadas junto a unos depósitos de gas situados junto al límite con Torrejón. Pero los vecinos de esa zona rechazaron la llegada de los portugueses. La solución llegará de forma inminente. El Ayuntamiento de San Fernando y la Comunidad firmaron un convenio para realojar a las familias antes de 18 meses.