Los barceloneses aprueban la gestión municipal pero descalifican el tráfico

El gobierno de Barcelona aprueba el examen ciudadano, pero no llega al notable. La encuesta municipal, presentada ayer, le otorga un 6,3 en una escala del 0 al 10. El Ayuntamiento hace dos tipos de consulta, uno mensual y otro anual; en ambos casos la satisfacción ciudadana es muy similar: las respuestas positivas superan el 50% del total y las negativas se sitúan ligeramente por debajo del 10%. La encuesta señala que el tráfico es el problema más grave de la ciudad, un factor negativo que crece desde 1994.

Se pregunte como se pregunte, los barceloneses responden que el tráfico de Barcelona va fatal. Sin embargo, la insatisfacción ciudadana respecto a la circulación no guarda relación con las obras que hoy sufre la ciudad. La encuesta de junio (hecha entre los días 15 y 17) no registra insatisfacción al respecto, al contrario. Otra cosa es la situación general de las calles. La encuesta anual sobre servicios municipales señala que el 33,1% de los encuestados cree que la circulación y el aparcamiento son el problema más grave de la ciudad. El pasado año, esta afirmación la respaldaba el 28,6%, y, en 1994, sólo el 12%. Desde entonces, el porcentaje de insatisfechos por la situación del tráfico rodado no ha hecho más que crecer. Si se toma la encuesta mensual, también es el tráfico el principal problema de Barcelona. Si se observa el conjunto de respuestas y se busca la diferencia, el aparcamiento es el que tiene mayor porcentaje negativo (59,9) y la circulación se sitúa en cuarto lugar (34%). Siempre subiendo. La encuesta sobre servicios municipales registra claramente insatisfacción respecto a áreas que dependen del municipio (circulación, aparcamiento, limpieza, abandono, contaminación, ruido) y una mejora de factores en buena parte ajenos a la acción municipal, especialmente el paro y la inseguridad ciudadana. En 1994, uno de cada cinco barceloneses (21%) creía que el paro era el problema principal. Hoy el porcentaje de quienes así opinan se ha reducido al 7,5. La seguridad ciudadana también es un aspecto en alza. Hace dos años, un 11% de los ciudadanos la consideraban muy preocupante. Hoy este porcentaje se ha reducido a la mitad (5,5). Ernest Maragall, teniente de alcalde, rechazó ayer, al presentar los datos de los dos estudios, que estos hechos supongan un empeoramiento de la imagen del gobierno municipal, e insistió en que las preguntas son excluyentes. En parte tiene razón, los barceloneses aprueban al Gobierno que encabeza Joan Clos. El estudio anual, hecho entre el 20 de abril y el 12 de junio, señala que el 86,5% de los ciudadanos cree que Barcelona ha mejorado en los últimos años; el 82% opina que aún mejorara más en el futuro inmediato. Las mismas cifras, en el informe mensual, son menos halagüeñas: sólo el 68,5% cree que la ciudad ha mejorado en los últimos meses. El porcentaje de optimistas es el mismo: 82. Cuando se pide a los ciudadanos que evalúen la gestión municipal, la nota media es 6,3 en una escala del 0 al 10. Una nota alta para este tipo de encuestas: la opinión de los ciudadanos sobre la gestión del propio distrito no alcanza ese nivel y se queda en el 6 pelado. PASA A LA PÁGINA 4