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La planta de El Pont de Vilomara permite tratar 2.000 toneladas de pilas

Entra hoy en servicio la primera planta de tratamiento y reciclaje de pilas en todo el territorio español, construida en el municipio de El Pont de Vilomara (Bages). La planta permitirá tratar 2.000 toneladas cada año de las denominadas pilas bastón (las de uso más corriente), 15 toneladas de pilas botón (utilizadas, por ejemplo, en relojes) y un millón de fluorescentes que actualmente se logran recoger en el conjunto de Cataluña.

La nueva instalación de reciclaje de El Pont de Vilomara será inaugurada este mediodía por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que asistirá al acto acompañado por el consejero de Medio Ambiente, Joan Ignasi Puigdollers. La planta de pilas y de fluorescentes de El Pont de Vilomara completa el mapa de instalaciones de servicios públicos de valorización (reaprovechamiento) que estaba previsto en la ley reguladora de residuos y en el programa de gestión de residuos especiales de Cataluña. Las otras instalaciones que están en marcha son la planta de regeneración de aceites, en Alcover, y la planta de reciclaje de frigoríficos que está en servicio desde 1995 en El Pont de Vilomara. Este municipio acoge dos de las grandes plantas de reciclaje de Cataluña y, si fuese por su alcalde, el socialista Evarist de la Torre, también tendría una tercera empresa dedicada a reciclar material de desecho procedente de electrodomésticos como ordenadores y televisiones, un tipo de empresa que no está previsto en la legislación catalana de residuos y que tampoco existe en el resto del país. De la Torre mantiene una estrecha relación con el Departamento de Medio Ambiente y ha insistido varias veces en la necesidad de llevar a cabo esta instalación, mirada con recelo por otras poblaciones, al igual que cualquier otro tipo de plantas de reciclaje de residuos. Mercurio La nueva planta de El Pont de Vilomara tendrá dos líneas de producción, una dedicada al tratamiento de las pilas botón y fluorescentes y otra de pilas bastón. En la primera se conseguirá la recuperación del mercurio (que en el caso de las pilas botón es el 30% del peso total y en los fluorescentes del 0,03%) por un proceso de destilación. Las pilas bastón y las de gran formato se someten a diversos procesos para separar los elementos férricos de los no férricos; el papel y el plástico; los materiales que se encuentran en el polvo de las pilas (entre otros: sales de manganeso, grafito y bióxido de manganeso, cemento metálico y sulfato de zinc). Estos residuos tienen, entre otros destinos, la fabricación de grifos, herramientas, pantallas acústicas de acero, hilo eléctrico y neumáticos, mientras que el mercurio de las pilas botón que se reutiliza tiene como principal cliente a los fabricantes de termómetros. La instalación de El Pont de Vilomara completa un proceso que se inicia en el momento que se deposita la pila en uno de los 16.200 puntos de recogida que hay en Cataluña. La toma de conciencia y la mejora del sistema de recogida han permitido pasar de las 30 toneladas que se recogieron cuando se inició la campaña (1992) a las más de 400 que se recuperaron el año pasado. Todo el material que se ha recogido durante este tiempo ha sido almacenado en El Pont de Vilomara y ahora será reciclado. La construcción de la empresa y la instalación de las máquinas que se necesitan en el proceso tiene un coste de 1.300 millones de pesetas y cuenta con una ayuda de los fondos de cohesión del 80% de la inversión.

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