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El HK alemán sustituirá al Cetme como fusil de asalto del Ejército

Miguel González

El G-41 de la empresa alemana Heckler & Koch (HK) será, salvo sorpresa de última hora, el nuevo fusil de asalto de las Fuerzas Armadas españolas, que jubilarán al Cetme nacional tras cuarenta años de servicio. El fusil alemán ha sido el mejor clasificado en las pruebas técnicas y también ha presentado la mejor oferta económica, aunque faltan por precisar las condiciones de su fabricación en España. El concurso internacional, que incluye la fabricación de 115.000 fusiles en cinco años por 15.000 millones de pesetas, se fallará a final de mes.

El G-41 alemán fue el fusil de asalto calibre 5,56 mejor puntuado en las pruebas operativas realizadas en la Academia de Infantería de Toledo y otras unidades del Ejército de Tierra desde septiembre del año pasado hasta marzo de este año. En segundo lugar quedaron el Sig Sauer suizo y el Galil de Israel Military Industries (IMI), que se clasificaron también para la fase final.La apertura de las ofertas económicas resultó igualmente ventajosa para el fusil alemán pues su precio, unas 130.000 pesetas por unidad, resulta más barato que el de sus competidores.

La última fase de la selección, que se desarrolla desde principios de junio, consiste en la análisis de las ofertas industriales, ya que las bases del concurso prevén que la empresa ganadora firme un acuerdo de cooperación para fabricarlo en España.

Fuentes de Defensa admiten que el modelo alemán lleva ventaja sobre los restantes, pero aseguran que la decisión final no está tomada. El fallo definitivo se producirá a final de mes, cuando el fusil ganador se declare de obligada uniformidad para las Fuerzas Armadas españolas, aunque el contrato no se firmará hasta pasado el verano.

El concurso prevé que en 1999 se adquieran 15.000 fusiles, fabricados en el extranjero, y que en los cuatro años siguientes se produzcan en España otros 100.000 más, por un coste total de entre 14.000 y 18.000 millones de pesetas. La fabricación se hará en la nueva Fábrica de Armas de A Coruña (Facor), que debe estar lista a finales de 1999. Con este fin se constituirá una nueva sociedad, participada en un 30% por la Empresa Nacional Santa Bárbara (ENSB), otro 30% por la Xunta de Galicia, a través de la sociedad pública Sodiga, y el 40% restante en manos de un grupo de empresarios privados.

El objetivo de Defensa es que la firma extranjera propietaria del fusil ganador tome una parte del capital de Facor, para garantizar su participación en los futuros desarrollos de armas de asalto. La compañía pública Santa Bárbara aportará a la sociedad los activos de su Fábrica de Armas de A Coruña, aunque ésta contará con una planta de nueva construcción que no absorberá a los actuales 230 trabajadores.

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Fábrica en A Coruña

Aunque la decisión de elegir el nuevo fusil por el sistema de concurso limita el margen de negociación, la última fase está resultando especialmente laboriosa, ya que se trata de precisar los compromisos contenidos en las ofertas en temas tan complejos como la fabricación de componentes en España, cesión de tecnología, exportaciones, etc.El hecho de que sea el único fusil de un país de la OTAN que sigue en liza y también el más moderno favorece al G-41, del que el Ejército alemán acaba de adquirir 50.000 unidades, aunque Defensa considera que sus dos competidores cumplen los requisitos y que la repercusión del contrato en la industria española resulta fundamental.

De hecho, la elección del G-41 no hace sino consolidar una larga tradición germanófila del fusil del Ejército español, que se inicia con el Mauser y continúa por el propio Cetme, desarrollado en los años 50 con el apoyo de ingenieros alemanes. La empresa que se perfila como ganadora del concurso, Heckler & Koch, compró en 1961 los derechos del Cetme español y, tras algunas modificaciones, lo comercializó bajo la denominación G-3.

Los problemas con el Cetme comenzaron cuando el modelo C, de calibre 7,62, fue sustituido por L, de calibre 5,56, para adaptarlo a la munición de la OTAN. La reducción del peso del arma la hizo menos resistente, lo que provocó la aparición de deficiencias estructurales con el uso.

En 1996, tras llegar a la conclusión de que era inviable la corrección de estos problemas, el Ministerio de Defensa decidió sustituir los 100.000 Cetmes adquiridos entre 1986 y 1991 por un importe de 12.000 millones de pesetas y buscar un socio tecnológico en el extranjero para el desarrollo del nuevo fusil de asalto.

En las primeras fase del concurso convocado en 1997, consistente en la evaluación de la documentación técnica, fueron eliminados el M-16 estadounidense, de Colt"s Manufacturing Company, y el FA francés, de Giat Industries. Posteriormente, durante las pruebas operativas, quedaron relegados los modelos de Diemaco (Canadá) -que presentó el C-7, una versión modernizada del M-16-, Steyr Aug (Austria) y FN Herstal (Bélgica).

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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