Jean Reno afirma que en Hollywood el actor "es una mercancía más"

Dos personajes medievales llegan súbitamente al siglo XX, enfrentándose a una realidad para ellos paradójica. El caballero Godefroy (Jean Reno) y su escudero (Christian Clavier) protagonizan unas aventuras que ya tienen dos entregas: la primera Los visitantes, de 1993, y la que presentó ayer en Madrid el actor Jean Reno, Los visitantes regresan por el túnel del tiempo. Las dos las ha dirigido Jean-Marie Poiré y las dos las protagoniza el lacónico actor francés.

Parece un tipo duro, un personaje de western. Alto, fornido, de facciones duras, chaqueta de cuero y convulsivo fumador. Pero su castellano afrancesado y su atenta mirada de melancólico lo delatan como un hombre de dudas. A sus 51 años, Jean Reno es uno de esos actores franceses, al estilo Depardieu, requerido por directores de todo el mundo, desde Francis Veber (El jaguar, 1996) a Brian de Palma (Misión Imposible, 1995), o Michelangelo Antonioni (Más allá de las nubes, 1994). Es una de las caras de un nuevo cine francés del que él destaca a Jean Jacques Annaud y a Luc Besson."Esta segunda parte es aún más loca", afirma Reno de la nueva entrega de Los visitantes, que se estrena en España el 31 de julio. Con guión de Christian Clavier y J. M. Poiré, esta comedia, que en Francia ya han visto diez millones de espectadores, vuelve a centrarse en la perplejidad que experimentan dos viajeros del tiempo al conocer otra realidad, la actual. "Es ese tipo de comedias que gustan, con guiños históricos: la evolución de las clases, las revoluciones sociales...", añade el actor.

A Jean Reno no le gustan los finales cerrados. Piensa que siempre hay que dejar un espacio a la esperanza: "el sufrimiento está bien pero hay otras cosas en la vida". Éste es uno de los motivos por el que volvería a hacer una tercera parte de los visitantes, "si hay una buena historia", afirma. Y para él una buena historia es aquella que hace reflexionar: está pensando en dirigir su primer largometraje.

El protagonista de Los visitantes regresan por el túnel del tiempo habla positivamente de su experiencia en el cine norteamericano: "les debo gustar", subraya con ironía. "En Hollywood el actor es una mercancía más, aunque es un mundo sin fronteras". No piensa en irse a vivir allí pese a que le parece un lugar perfecto para trabajar. Apenas habla de las malas críticas de su anterior filme, Godzilla, a las que contesta diciendo: "ya ha recaudado 20.000 millones de pesetas".

Será difícil ver a Reno en alguna película española. "No me gustan los guiones con violencia, disparos...", dice sin inmutarse el protagonista de El profesional, película de una violencia extrema, de Luc Besson.Se refiere a un proyecto que le ofreció Álex de la Iglesia. Tampoco le convence el último guión de Almodóvar, que le ha propuesto un papel. Según Reno, "está pensado para mujeres, para transexuales", entre los que el rudo actor dice no encajar. "Soy un hombre tranquilo que busca protagonizar una historia de amor", dice.