Limpio y con cornada

Inmaculado. Apenas el reloj marcaba las siete, los adoquines de la Estafeta eran pulidos y repulidos con denuedo. Al final, ni rastro de lo mucho pasado, caído y vomitado durante la noche. Un presagio. Una hora después, el encierro. Y en justa correspondencia con lo mucho trabajado por el servicio de limpieza, todo discurrió "rápido, bonito y muy limpio", en palabras de Víctor, un joven y experto corredor. En menos de tres minutos, los de Jandilla ganaban la plaza de toros desde la cuesta de Santo Domingo. Entre tanto brillo, sólo una mancha: el joven Juancho Gazpio Irujo, de 22 años, era herido por asta de toro y permanece grave.

La curva de Telefónica

El incidente ocurría en la denominada curva de Telefónica, el último giro que da el recorrido antes de enfilar el embudo que conduce al ruedo. El más rezagado de los astados de una manada dividida hizo por el mozo pamplonés y le dejó una cornada en el tercio superior de la cara interior del muslo izquierdo. La herida presenta varias trayectorias. Una de ellas -ascendente, de unos veinticinco centímetros- desgarra los abductores.

A unos metros de la cogida, al final de la calle de la Estafeta, las conversaciones todavía mantienen el resuello entrecortado de una carrera recién completada. Con los nervios del primer día aún frescos, enfrente de Casa Flores, Víctor, David, el sueco Noel, Jota y Rafael se entregan a la primera tertulia improvisada. "Había poca gente y se han podido hacer carreras bien bonitas", dice Víctor, un fornido carpintero. "Lo de las aceras [este año, una reforma urbanística ha dejado a la calle de la Estafeta sin ellas], al final, parece beneficioso. Hay menos mirones y se corre mejor", comenta Rafael, un veterano corredor local.

Los toros de Jandilla volvieron a demostrar sus cualidades para el sprint. Ya el año pasado se llevaron el premio a los más veloces. Ayer, en el primer encierro de las fiestas dejaron una marca de las respetables. De entrada, tuvieron que abrirse el camino entre una cuesta de Santo Domingo atestada. Aquí el peligro corrió a cuenta de la aglomeración y de un espontáneo que dará que hablar: un cabestro colorao con espíritu combativo y excelente estado de forma.

En la entrada a la Estafeta, la manada entera se resbaló y el grupo quedó roto. Pese a ello, con un panorama sorprendentemente despejado tratándose del primer encierro, en este momento se pudieron presenciar las más bellas carreras.

Ya terminado todo, se vivió un momento de confusión. Pasaron los bravos y la Policía Municipal extendió una valla transversal en la Estafeta para evitar que siguieran rumbo a la plaza los rezagados. Junto a estos últimos quedaron del otro lado del cercado dos imponentes y en teoría inofensivos cabestros.

LA CORRIDA DE HOY

Plaza de Pamplona

4ª corrida de feria

Toros de los herederos del Conde de la Corte, de la finca Los Bolsicos, en Jerez de los Caballeros (Badajoz). Antigüedad, 17 de mayo de 1928.

Matadores: Ortega Cano, Manuel Caballero y Víctor Puerto.

A las seis y media de la tarde.